La escuela de verano en inglés de la UDC reunirá a 30 nacionalidades

MONTSE CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

SADA

El programa ofrece inmersión lingüística con 15 docentes de centros extranjeros

26 jun 2017 . Actualizado a las 11:19 h.

«Mujeres con hiyab, jóvenes asiáticos, africanos, llegarán estudiantes de universidades de todo el mundo», relata una portavoz de la UDC adelantándose al ambiente multicultural que envolverá el campus de Elviña durante la cuarta International Summer School (ISS) que se desarrollará del 31 de julio al 18 de agosto en la Facultade de Economía. A pocos días de que se cierre el plazo de inscripción, más de doscientos alumnos, extranjeros en una abrumadora mayoría (85 %), han solicitado plaza en alguno de los 25 cursos ofertados por los profesores que han respondido a la invitación de la UDC para impartir docencia durante tres semanas en A Coruña.

Vendrán de Cambridge (Reino Unido), Italia, Colombia, Marruecos, Bélgica, Austria, Polonia, Hungría, México, Rumanía, Grecia, Turquía, Ecuador..., impartirán cursos sobre derecho internacional, energía, cambio climático, derechos humanos, riesgos financieros, gestión de proyectos, control pesquero en el Mediterráneo, género y movilidad, ciencias de los materiales, empresas inteligentes, salud en los ancianos y granjas sostenibles en el siglo XXI. «Recibimos las propuestas de los profesores con sus currículos y una comisión se encarga después de valorarlos, pero a priori no acotamos las áreas. Se trata de proyectar a la UDC en el ámbito internacional y de crear un ambiente multicultural, de inmersión lingüística en inglés, para estudiantes de todo el mundo», explica Begoña Crespo, directora de la Oficina de Relacións Internacionais de la UDC.

También para alumnos de A Coruña, gallegos o del resto de España, la mayoría sin medios para asistir a un curso de verano en el extranjero, que encuentran aquí una alternativa de inmersión plena en inglés y convivencia con jóvenes de decenas de nacionalidades. Mali, Ghana, Vietnam, Corea, Irak, Líbano, Pakistán o Kazajistán son algunos países que aparecen en las solicitudes, al margen de los europeos, exsoviéticos o americanos de la órbita de habla hispana.

Cualquiera de los cursos tiene una carga académica de seis créditos, reconocidos por decenas de universidades para sus propias titulaciones, y en el caso de los alumnos extranjeros puede completarse con clases opcionales de español, de nueve a once de la mañana, justo antes del curso central, que se impartirá de once de la mañana a dos de la tarde.

«Puede ocurrir que algún curso reciba una demanda que exceda el número de plazas ofertadas, que son 25 por grupo. Cuando es así tratamos la posibilidad de desdoblarlo con los profesores, que en algún caso nos pusieron en contacto con colegas o colaboradores suyos dispuestos a venir y dar el curso. Y cuando no es posible _detalla Begoña Crespo_ procuramos resolverlo con la segunda elección que haya hecho el estudiante».

Marchamo de calidad

La escuela de verano fue una iniciativa del gobierno encabezado por el rector Xosé Luís Armesto (2012-2015) para fortalecer las estrategias de internacionalización de la UDC, uno de los indicadores de la calidad de las universidades en los ránkings internacionales, en función del número de alumnos extranjeros matriculados, de las titulaciones que se ofrecen en inglés y, en consecuencia, de su capacidad para atraer a estudiantes y a profesores de prestigio.

«En busca de ese marchamo de calidad, este año ampliaremos la encuesta a los alumnos y los profesores para evaluar no solo el desarrollo de los cursos, sino cómo está funcionando el programa», añade la directora de la Oficina de Relacións Internacionais, que apunta una sugerencia recurrente en los formularios que cubren los estudiantes antes de marcharse a finales de agosto: «No disponer de alojamiento en el centro de la ciudad. Porque aunque hay autobuses, no es lo mismo quedarse en una residencia en el centro que en el monte de A Zapateira». Si se cumplen las previsiones, el próximo verano podrían alojarse en la esperada residencia universitaria del edificio que albergó durante décadas el colegio Calvo Sotelo que, según anunció el rector, Julio Abalde, tras la firma del convenio con el Ayuntamiento y la Diputación, a primeros del 2018 podría estar en marcha.

Seis sedes distintas repartidas por toda Galicia para otras 18 propuestas formativas

Al margen de la Internacional Summer School de Elviña, la Universidade da Coruña programa para los próximos meses 18 cursos de verano diseminados por la ciudad y las sedes exteriores de Sada, Ortigueira, Monforte, Rianxo y Carballo, y abiertos a cualquier persona interesada con independencia de la titulación que posea.

El mes de junio concluirá con un curso dedicado a la memoria histórica y ciudadanía democrática. En julio se desarrollarán programas sobre dinamización del patrimonio enoturístico, educación en la era digital, modelado con Revit Arquitectura, lugares singulares y estrategias de rehabilitación en Rianxo, astronomía fotográfica, dinamización lingüística en música, diversidad, inclusión e intervención sociocomunitaria de apoyo a la juventud, y por último modelado con Revit mecánico y eléctrico.

Vacaciones en agosto

Agosto colgará el cartel de cerrado por vacaciones y en septiembre volverán los últimos cursos previstos para lo que queda de ejercicio: un taller de morfología urbana, arqueología en Egipto y Oriente Próximo, la igualdad de género en la agenda para el desarrollo, cuestiones actuales de derecho procesal y un curso titulado «Un cielo de ciencia», a cargo del periodista y divulgador científico de V Televisión Xabier Fonseca.

La UDC ofrece así una gran variedad formativa y se pone a la vanguardia en Galicia en cursos de verano en un amplio catálogo de materias. La oferta, además, está pensada para atraer a personas interesadas no solo vinculadas a la ciudad, sino llegadas desde distintos puntos de España en busca de una formación especializada y de calidad a cargo de los profesionales contrastados en sus áreas.