Cartas boca arriba por Meirás

JUAN TORREIRO SADA / LA VOZ

SADA

MARCOS MÍGUEZ

La corporación de Sada expone argumentos y propuestas para decidir el futuro del inmueble

20 ago 2017 . Actualizado a las 23:37 h.

Las controvertidas declaraciones del portavoz de la Fundación Franco, responsable de las visitas al pazo de Meirás, confirmando que enaltecen la figura del dictador en los recorridos públicos, cayeron como gasolina sobre la brasa perenne y reivindicativa de recuperar el inmueble para el patrimonio público gallego. El alcalde de Sada, Benito Portela, convocó un pleno extraordinario con el fin de buscar el respaldo de los grupos municipales para forzar a la Xunta a implicarse en el asunto, sobre todo en la gestión de las visitas, e intentar certificar que existe apología del franquismo. La iniciativa salió adelante con los votos del gobierno local (Sadamaioría, PSOE y BNG, la abstención del PP, y el voto en contra del PDSP). Ahora, tras conocer sus posturas, los portavoces municipales desvelan sus argumentos sobre cuestiones determinantes para el futuro de las centenarias torres de Meirás.

¿El pazo tiene que pasar a ser patrimonio público?

El alcalde y portavoz de Sadamaioría, Benito Portela, afirma que Meirás, como bien de interés cultural (BIC), «debe incorporarse de inmediato ao patrimonio público». Según su partido, habría que «modificar a lei da memoria histórica do 2007 e levar a cabo outras actuacións administrativas ou civís, mesmo xudiciais, para extinguir os títulos de propiedade que detenta na actualidade a familia Franco».

Raquel Bolaño comenta que la postura del PSOE «é a mesma desde o 2007, cando o bipartito de Sada, do que formabamos parte, conseguimos como primeira medida declaralo BIC», además de matizar que «foi o Goberno de Pérez Touriño quen o fixo».

Liss Suárez Becerra, del BNG, la otra pieza del gobierno local, recuerda que el pazo «foi adquirido con diñeiro de persoas e Administracións. Foi conservado durante 40 anos de ditadura con diñeiro público e debería reverter ao Estado sen custe algún».

Ernesto Anido, portavoz de PP, justifica que la abstención de su grupo es «fruto de la moderación y del respeto a la ley». Desde el grupo popular «nos mostramos en contra de cualquier tipo de dictadura pasada o presente, y de que se haga apología sobre ella. Pero no hay que dejarse llevar por las falsas urgencias, y los intereses mediáticos de cada partido», sostiene.

La única formación que votó en contra fue el Partido Demócrata Sada Popular (PDSP). Su portavoz, Emilio Gómez, comenta que «fue por cuestiones de forma, no de contenido». «Nosotros somos partidarios, y ya hicimos la propuesta en el pleno del PXOM y no fue respaldada por el resto, que la solución pasa por expropiar toda la propiedad. Lo demás son palabrerías», afirma Gómez.

¿Debe implicarse la Xunta?

Benito Portela no tiene dudas: «A declaración BIC non consuma as demandas da sociedade». Ve justificada la alarma social generada cuando se supo que sería la Fundación Francisco Franco la que gestionase el régimen de visitas, ya que supuso «unha afronta á memoria histórica». Sadamaioría cree que el Gobierno gallego «debe actuar de inmediato».

«Existe unha iniciativa municipal para que as visitas sexan xestionadas polo Concello de Sada, iniciativa e ofrecemento reiterado; entendemos que é a Administración máis próxima e áxil para facelo», afirma Raquel Bolaño sobre esta cuestión. La portavoz socialista opina que el Gobierno de Núñez Feijoo «no tocante a este asunto só se move a toque de corneta, non por iniciativa propia, o que demostra que nin cren nin están convencidos nin teñen intención de facer nada, salvo se existe presión social».

Para el BNG los propietarios del pazo «contaron sempre cuns aliados incondicionais no Goberno da Xunta». Según Liss Suárez Becerra, «Feijoo estivo sempre do lado deles e nunca actuou contra os seus intereses».

El portavoz del PP, que se refiere al pazo como las torres de Meirás, recuerda que «es una propiedad privada, declarada BIC en el 2008». Anido afirma que en este asunto su partido se acoge al decreto 299/2008, que señala que esta catalogación «permitirá a las generaciones futuras acercarse a la historia con un espíritu positivo y ecuánime». En esta línea se expresa Emilio Gómez, del PDSP: «Se trata de una propiedad privada y la Xunta hace su papel». A su juicio, la prioridad sería «pensar en el uso que se hará del pazo y el coste económico que supondría para el Concello antes de hacer cualquier movimiento».

¿Apoyaría la ilegalización de la Fundación Franco?

Sadamaioría considera que «hai que actuar con contundencia para rexeitar que unha fundación difunda a exaltación do réxime franquista», dice Benito Portela sobre la propuesta de abrir un proceso por delito de odio. Los socialistas prefieren no entrar en temas jurídicos y destacan la falta de respeto de la fundación «aos sadenses, aos galegos e a toda a sociedade española». Raquel Bolaño cree que habría que preguntarse «por que existen entidades deste tipo e como as institucións o permiten».

Liss Suárez Becerra recurre a la memoria reciente para comentar que la «Fiscalía ten actuado contra persoas por facer chistes nas redes sociais sobre Carrero Blanco, pero non actúa contra unha fundación que ensalza o fascismo». Para los nacionalistas la solución pasaría por implicar a las instituciones europeas.

Anido despacha la cuestión afirmando que «a pesar de nuestras diferencias, no ganamos nada con sacar a relucir rencores y venganzas de hace más de 80 años». Por último, el portavoz del grupo liderado por Ramón Rodríguez Ares recuerda que «la Fundación Franco es una entidad legal». Emilio Gómez asegura estar en contra de las declaraciones de la institución: «Si es verdad que hace apología del franquismo, la Fiscalía debería actuar de oficio», concluye.

El sistema de cita previa no funciona porque este mes «estamos de vacaciones»

Toda esta polémica social que se está generando parece que no supera los muros del pazo de Meirás. Todo está tranquilo en las inmediaciones del edificio. Poca actividad en la entrada de la propiedad y solo algunos turistas curiosos se han acercado a lo largo de la semana a conocer «la zona», comentó una mujer que pasa unos días de vacaciones en A Coruña.

Curiosamente, a pesar de lo que se está vertiendo contra la Fundación Franco, en uno de los muros de la entrada por la que acceden las visitas luce un aviso que advierte que en agosto los días habilitados para conocer la residencia veraniega del dictador son el 1, 2, 30 y 31. Lo llamativo del anuncio es que aclara que tanto el teléfono de contacto como el correo electrónico utilizados para formalizar la reserva no están operativos porque «estamos de vacaciones».

Pocos curiosos

Ayer, un grupo de valencianos, de vacaciones en Galicia, se acercó a conocer «por fuera» la propiedad de la familia Franco. «Como se está hablando tanto del tema nos acercamos a ver cómo era el edificio». Estos visitantes no entendían cómo a estas alturas «un edificio histórico como este puede estar cerrado al público», afirmó María José, una de las turistas. Como no pudieron acceder a la finca se conformaron con verla desde la carretera. «Decidimos parar a tomar un café», comenta, «y en el bar nos contaron un poco la historia de este lugar. Que fue un regalo que le hicieron a Franco las autoridades de aquí».

Mientras María José hablaba se empezó a abrir el portalón de acceso a la finca. «¿Será alguien de la familia Franco?», se preguntaba Dolores, valenciana también.

Un coche se acercaba despacio a la salida. Dentro había tres personas. No se llegó a detener, pasó muy despacio cuando Dolores comentó en voz alta: «Es Carmen Franco la mujer que va detrás». Imposible confirmar ese avistamiento de la mujer, pero ella insistía. «Estoy casi segura», dijo finalmente.

La familia Franco esta estos días de vacaciones en A Coruña y como todos los años utiliza el pazo como residencia. La presencia de estos turistas delante de la propiedad no provocó ningún gesto en los ocupantes del vehículo, que salió en dirección a Oleiros.