La actividad cultural resiste en As Mariñas pese al azote del virus

Rodri García A CORUÑA

SADA

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Las gentes de la cultura se han movilizado para alertar de que el parón de la pandemia les está silenciando

12 oct 2020 . Actualizado a las 16:50 h.

A los pocos días de entrar en vigor el confinamiento, Xosé Antonio Touriñán desde Castelo, en Culleredo, y David Perdomo, desde A Coruña, empezaron a mantener en Instagram un divertido mano a mano. La cita nocturna acabó sumando a numerosos seguidores durante varias semanas. Seis meses después, las redes sociales siguen siendo la principal alternativa para las gentes de la cultura que carecen de espacios donde poder actuar y recuperar algo de la actividad que tenían hasta la llegada del covid-19.

«Tenía programado hasta la mitad del verano. Hacemos un concierto por semana y en verano más de uno», explica Adolfo Sánchez, dueño de la cafetería Lanzós de Betanzos. El día que empezó el confinamiento iba actuar O cadelo lunático y al día siguiente otra banda de blues de Madrid que no llegó a viajar. Desde entonces «nada de nada. Lo he aplazado todo sine die. Cuando podamos volver con las actuaciones empezaré con O cadelo lunático». Son más de 30 conciertos suspendidos desde el inicio de la pandemia a pesar de que «a veces llama gente para hacer alguna cosa, porque conocen el local, pero ahora mismo no podemos hacer nada».

Adolfo Sánchez considera que las instituciones «tienen que apoyar la cultura» y a los artistas «subvencionarles, pagarles o lo que sea». De hecho, detalla como a «algunos músicos gallegos importantes he tenido que hacerles un papel justificando que se había suspendido la actuación que tenían aquí para que pudieran cobrar una ayuda».

Para la mayoría de los músicos que suelen actuar en locales de As Mariñas a la importancia de la actuación en sí se suma lo que pueden ingresar alrededor de la misma por la venta de discos o el mercadotecnia. Sin embargo, con la pandemia estas ventas ya no son posibles por cuestiones de seguridad sanitaria. Y las actuaciones, en general, tampoco.

La coral de Cambre

«Pedimos autorización al Ayuntamiento pero nos dicen que como máximo puede haber diez personas en los ensayos y que en nuestro local no podría ser». Esto explica Luisa Armesto, directora de la coral Santa María de Cambre que está formada por 40 voces, femeninas y masculinas. Aunque «queríamos ir empezando», en la actual situación no parece que sea posible, a pesar de que «tenemos un compromiso para el mes de noviembre que no sabemos como quedará».

Armesto cuenta que también es la directora de las corales de la Casa del Mar de A Coruña y del coro de adultos de la Universidad coruñesa. Tampoco ha podido reanudar la actividad con ninguna de estas dos formaciones «y eso que en la Casa del Mar el local de ensayo es muy amplio y permite mantener las distancias». En este caso el problema es que está en la sexta planta y «hay que subir en un ascensor pequeño, con capacidad para un máximo de cuatro personas».

Del Esperto de Sada a Oleiros

Quienes tienen en marcha un amplio programa de actividades para el próximo mes de noviembre son David Suárez, Geppe, y Lorena Suárez. Ellos son los impulsores del movimiento cultural Esperto [«es despertar en gallego», matiza Geppe] de Sada. Llevan media docena de años organizando un buen número de eventos durante en noviembre y algunos más a lo largo del año. «Lo más bonito es que esté lleno de gente. Eso este año no será posible pero lo vamos hacer igual porque ante esta situación hay que buscar soluciones», comenta Geppe.

Poesía, pintura y música son los eventos previstos, «algunos a puerta cerrada, sin público». Además están viendo la posibilidad de emitir algunos actos en streaming. A mediados este mes detallarán toda la programación.

También en Oleiros, tanto en A Fábrica de Perillo como el auditorio García Márquez de Mera han reanudado sus actividades. En las últimas semanas ha habido representaciones teatrales y actuaciones musicales, aunque con una notable reducción del público asistente.