O Castro, en Sada, recupera sus fiestas después de una década

Rosalía Martínez, A. A.

SADA

Sada

Este viernes comienzan los festejos, que se desarrollan todo el fin de semana

25 ago 2022 . Actualizado a las 20:39 h.

Diez años de tradición perdida confluyen este fin de semana con el regreso por todo lo alto de las fiestas patronales de O Castro, en Sada. El presidente de la comisión de fiestas, César Fraga, explica que en su día se dejaron de celebrar porque «los miembros de la organización no se ponían de acuerdo para llevar a cabo una programación». Sin embargo, comenta que «llevan desde el 2020 haciendo alguna cosa pequeña».

Así, el viernes se dará el pistoletazo de salida a este evento con el festejo del día del niño, acompañado de una gran mejillonada a las 20.30 horas y seguido por la actuación del joven artista local Ale Rosende quien, según la asociación organizadora, «mueve masas», y que hará de telonero del grupo Atenas. Durante la jornada del sábado se sustituirán los mejillones por jamón y pimientos, también a las 20.30 horas. De noche, será el show del Grupo Kalima 3.0 el que amenizará el ambiente, con un espectáculo pirotécnico en el descanso entre los dos pases. Por último, el domingo habrá una sesión vermú y, acto seguido, una romería popular que completará y coronará las fiestas de O Castro.

Para el retorno estaba programada inicialmente una novedad que podría aumentar el atractivo de las fiestas y fomentar la asistencia de gente de otras localidades. Se trataba de un concurso de talentos al estilo del famoso formato Got Talent, al cual podía presentarse cualquier persona y en cualquier modalidad. La falta de participantes provocó que la comisión tomase la decisión de suspender el certamen. No obstante, el comité ha propuesto como alternativa una exhibición de los pinchadiscos que asistieron a los cursos de dj y producción musical del concello, para así «echarles una mano a ellos, y ellos también a nosotros», admiten desde la comisión de fiestas.

Los vecinos de O Castro viven estos días «con mucha emoción y muchas ganas», confiesa Iago Bejerano, residente de la zona. Después de una década sin poder engalanar su aldea, enclavada en la parroquia sadense de Osedo, «esperamos que venga mucha gente para poder celebrarlo», termina.