Betanzos pone un cuidador en el Aguiar para la joven con un 20 % de visión

La alumna del IES Francisco Aguiar de Betanzos con problemas de visión y que este año se quedó sin cuidador ha perdido clase esta semana porque su hermana enfermó, no acudió al centro y no la pudo acompañar. «Le quitaron el cuidador, a mí nadie me avisó», relata la madre de esta estudiante de 15 años, que pide que le mantengan esa figura para que no se repitan este tipo de incidentes. «No fue porque no tenía quien la cuidara», recalca.

Explica que la pequeña tuvo cuidador en primaria, también en los dos primeros cursos de ESO, pero no en este, pese a que su situación no ha mejorado. La AMPA trasladó el problema al Concello, tras no lograr un cambio por parte de Educación, y el consistorio anunció que asumiría ese apoyo mientras no lo hiciese la consellería. El lunes comenzará a trabajar. «La operaron de cataratas y también tiene estrabismo, no se puede valer por sí misma», asegura su progenitora, que puntualiza que «tiene un 20 % de la visión o menos». «El problema son las entradas y salidas, que los bordillos son grandes, y cuando va al recreo», puntualiza, y explica que la hermana mayor la ayuda en sus desplazamientos por el centro.

«Ella tiene buenas notas, hace sus deberes y los compañeros la tratan bien», comenta esta madre, que afirma que la formación de una de sus hijas no puede estar a expensas de la disponibilidad de la hermana. «Entiendo que tienen que recortar recursos, pero mi niña estudia bien, saca buenas notas y es una pena que por esto no pueda mandarla al instituto y pierda clases», precisa. La niña cuenta en el aula con equipamiento de la ONCE para seguir las clases.

Dos horas a la semana

Ana Gómez, presidenta de la AMPA, precisó que desde el momento en que conocieron este caso intentaron buscar una solución. «Á hora de saír do instituto baixan 350 nenos polas mesmas escaleiras e a nena baixa con eles, para ir a ximnasia a teñen que levar, ao igual que cando fan un cambio dun edificio ao outro, ou se houbera unha excursión non podería ir, excepto se se comprometese a súa irmá, que non tería por que asumir esa responsabilidade e que lle resta liberdade», estima la representante de la AMPA. Gómez considera insuficiente la propuesta de la consellería, que pasa por compartir puntualmente el cuidador con uno que tiene el IES As Mariñas. «Só pode asistir a nena dúas horas a semana, que son as de Educación Física, e esperar ao autobús para que suba, pero non levala da clase ao transporte», precisa. «O coidador xa ten asignados os seus nenos para atender e non poden espir un santo con outro e se o teñen asinado ás Mariñas será porque lle fai falta, aquí o que se precisa é un para que cubra as necesidades desta nena», puntualiza.

Desde la Xunta indicaron, tras trascender este caso, que «a asignación de recursos realízase en base aos informes de Inspección Educativa e, neste caso concreto, esta alumna si conta con coidador nos momentos establecidos».

El director del IES, Francisco Rodríguez Coloma, respalda las demandas de la familia y la AMPA. «A nena ten un problema de visión moi importante e nos cursos anteriores tivo coidador, que é unha figura que aparece no centro de xeito excepcional cando hai un rapaz que o demanda», recalca. Contaron con él durante los primeros años de la estudiante en este centro, donde este año hay 707 alumnos. «El vixiaba as entradas e saídas da nena do instituto todos os días, tamén estaba para atendela cando se movía á clase de Educación Física, á aula de plástica, ao pavillón, nos recreos ou tiñan unha saída», relata, y apunta que cuando este profesional no tenía tareas acudía a prestar ayuda al colegio Vales Villamarín.

«Nós aplaudimos incluso que se saque rédito deste recurso», dice, pero reconoce que les causó sorpresa que desapareciese este profesional del cuadro de personal del centro este curso. Rodríguez Coloma explica que la opción de compartir un cuidador con As Mariñas supone realmente que «a nena estea desatendida ou non atendida como corresponde».

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