
Recoger a los hijos, de fiesta a altas horas de la madrugada, otra tarea para los progenitores
19 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Lo que no se haga por un hijo... O por dos... Lo cierto es que llegas tarde a casa, cansado después del trabajo. Piensas que es el momento de relajarse, descansar... Pero no. Por si el día no deparase ya suficientes obligaciones, queda pendiente una última tarea: recoger a los chavales en la verbena. A las dos, a las tres de la mañana... quién sabe. Para ir advirtiendo a los progenitores de inminentes adolescentes, la última moda, lo máximo para ellos en este momento es un itinerario random por las verbenas del área. No diría yo que diario, pero casi. Puede ser un martes, puede ser un jueves...
Mi último escarceo festivalero fue el viernes de la semana pasada. Primero me tocó carretar en las fiestas de Mosteirón ( Sada), que parecía la calle Real en sus mejores tiempos al ritmo de la orquesta Panorama City. Y no solo en la verbena. Había tal cantidad de chavales en la corredoira de acceso que no se podía dar la vuelta con el coche. Como el atascazo de Alfonso Molina, pero de noche.
La segunda estación, tras completar misión en Mosteirón, fue Vilaboa, bastante más despejada aquel día, por suerte, pero con el pequeño agravante de tener que visitar la villa a las tres de la madrugada, que uno no sabe si dormir antes o aguantar, sobre todo si tiene que trabajar al día siguiente. En fin, un infierno. Y entiendo bien que haya padres que ya estén organizando turnos.
Yo pensé que lo había visto todo cuando me tocó llevar a mis hijos a todos sus partidos en la Torre los fines de semana. Pero esto de las verbenas se nos ha ido de las manos. Si en mi adolescencia le hubiese dicho a mi padre que me llevase a jugar al fútbol o de fiesta, me habría contestado desde la comodidad de su butaca: «Hijo, tienes dos opciones, caminar o no ir».