Tres bares en la Feira do Tres

Toni Silva VILARMAIOR / LA VOZ

VILARMAIOR

José Francisco Valiño reabrió O Penalti en enero.
José Francisco Valiño reabrió O Penalti en enero. Toni Silva

Con el cambio de año, O Penalti y el Mesón El Comercio se suman a Casa Vila en este cruce de caminos de Vilarmaior. Los fines de semana «es una locura de clientes»

18 feb 2025 . Actualizado a las 11:02 h.

La Feira do Tres, en el municipio de Vilarmaior, es un cruce de caminos donde la parada, si bien no es obligada, sí al menos es muy recomendable. Porque aquí se puede comprar el mejor pan de Galicia, aprovechar para hacerse con algún medicamento en la farmacia y, desde este año, hay hasta tres bares para elegir para tomar café, un pincho o lo que el cuerpo pida en cada momento.

A la tradicional Casa Vila se suman ahora O Penalti y el Mesón El Comercio. El de nombre futbolístico lo dirige José Francisco Valiño, extrabajador de Alcoa en A Coruña y que ha reformulado su vida laboral con este negocio situado muy cerca de su propio domicilio y que llevaba cerrado 12 años. Mantuvo el nombre pero optó por galleguizarlo. «Antes levaba y grego». Está encantado con la reacción de sus vecinos. «Cando a xente se enterou me preguntaba todo tempo cando ía abrir, están respondendo moi ben, teño boa clientela», señala Valiño, a quien le suelen faltar brazos los sábado y los domingos al mediodía. «O dos domingos é unha loucura, ofrecemos unha variedade de pinchos e ven moitísima xente», explica el hostelero, quien considere bueno para los tres negocios la coexistencia de tres bares en tan pocos metros. «A un veciño de Miño igual lle custaba vir ata aquí só por un bar, pero se agora ten tres para facer unha ruta, pois seguro que se anima moito máis», indica José Francisco Valiño, que abrió sus puertas al público el pasado 18 de enero.

Isabel Castillo muestra algunas de sus tapas en el Mesón El Comercio.
Isabel Castillo muestra algunas de sus tapas en el Mesón El Comercio. Toni Silva

Nada más cruzar la carretera se encuentra el Mesón El Comercio, que se adelantó a la apertura el día antes de Reyes. Ahora lo lleva Isabel Castillo, una dominicana que lleva 20 años probando fortuna en varios negocios de la zona y tiene la sensación de que este sí es el definitivo. Coincide con su vecino de O Penalti en que «los sábados y los domingos esto es una locura de gente». «Es un sitio de paso y coinciden muchas personas a lo largo del día», apunta Castillo, a quien acompaña en el local su hijo Ernesto. Todo lo que hay aquí para echarse a la boca es bueno, pero ella destaca tres especialidades: «el bacalao, los codillos y el cocido».

Victoria García junto a su pareja y un cliente en el exterior de Casa Vila.
Victoria García junto a su pareja y un cliente en el exterior de Casa Vila. Toni Silva

Victoria García es el alma de Casa Vila, que dirige formando tándem con su pareja, David Sar. Ambos se metieron en esta aventura hace cinco años, unos meses antes de la pandemia. «Recuerdo que el día antes del confinamiento nos quedamos sin tabaco, la gente no sabía cuánto tiempo iba a estar encerrada», apunta Victoria, cuyo local dispone de una amplia terraza que mitiga al miedo a cualquier virus. Cada día de la semana está asociado a un plato. Con la llegada de los dos nuevos negocios, sugiere una especialización gastronómica por locales para que los clientes puedan degustar platos diferentes.