El dramaturgo Albert Boadella, director de la compañía Els Joglars, aseguró ayer que no volverá a trabajar en Cataluña, una decisión que ha calificado como «una derrota placentera». Boadella presentó su ensayo Adiós Cataluña. Crónica de amor y de guerra en un barco frente a la costa de Barcelona, para «no hacerlo en territorio catalán». Esta decisión no significa que el dramaturgo deje físicamente Cataluña, porque «el clima es benigno mientras los nacionalistas no pueden cambiarlo. Seremos como las empresas de calcetines que tienen las fábricas en Taiwán y los venden a todo el mundo menos a los taiwaneses». Boadella ha indicado que en el resto de España llena los teatros desde hace años, pero que no ocurre lo mismo en Cataluña, donde la «mayoría silenciosa» no va a ver sus obras.
El dramaturgo ha comparado esta situación con el boicot al cava catalán: «En ningún momento se dijo que el cava era malo, solo se recomendó no consumirlo por cuestiones políticas, pero en mi caso se decía que mis montajes eran malos». Esta campaña en contra de su producción teatral la atribuye Boadella al nacionalismo catalán, pero también al actual gobierno de la Generalitat y al PSC. Con esta decisión, asevera Boadella, ha conseguido que Cataluña le importe «menos que Birmania».