La venganza de cuatro mujeres

La Voz

CULTURA

Estreno de «Sólo quiero caminar».

31 oct 2008 . Actualizado a las 12:47 h.

Gloria, Aurora, Ana, su hermana y Paloma fracasan cuando intentan un atraco, y Aurora acaba en prisión. Mientras tanto, unos traficantes mexicanos llegan a España y el jefe de la banda contrata a Ana, que se gana la vida como prostituta. Este le ofrece casarse con él e irse a vivir a México. Allí, Gabriel se encarga de los trabajos sucios de Félix, aunque pone como condición que nunca se le pida hacer daño a ninguna mujer. Gloria visita a Aurora en la cárcel para despedirse: no tiene otra salida que irse a México, donde Ana le ha conseguido trabajo en los negocios que maneja Félix. Transcurrido un tiempo, las cuatro amigas volverán a reunirse en México para urdir una venganza mucho tiempo deseada.

Comentario

Agustín Díaz Yanes, que en el 2006 logró un rotundo éxito de taquilla con Alatriste, tenía claras dos cosas para sacar adelante su guión de Solo quiero caminar: contar de nuevo con Victoria Abril (a quien en 1995 sirvió un papel memorable en su ópera prima Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto) y poder rodarla en México D.F., la superpoblada urbe de más de 20 millones de habitantes, marco ideal para un thriller de acción y violencia. Concretamente se eligieron los lugares llamados barrios bravos de la capital azteca, aquellos en los que el índice de delincuencia y muertes violentas es más elevado, así como los barrios más cuidados de estilo colonial con arquitecturas de comienzos del siglo XX.

Las mejores

El rodaje incluyó secuencias en Algeciras y otros lugares de la provincia de Cádiz. En un principio, los productores (entre los que se cuenta Antena 3 Films) también habían considerado la posibilidad de Moscú, mucho más compleja para rodar. Al mismo tiempo, por tratarse de una película de mujeres, un mundo por el que Yanes tiene especial debilidad, quería reunir en el reparto a algunas de las mejores actrices del cine español: Adriana Gil, Pilar López de Ayala y Elena Anaya. Igualmente, el personaje de Victoria Abril lleva el mismo nombre del que lucía en Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, Gloria Duque, con lo cual se establece una ligazón que no implica necesariamente una secuela de aquella. Yanes se confiesa un admirador incorregible del thriller, con especial debilidad por Scorsese, Cimino o Tarantino en los contemporáneos, y por Peckinpah o el francés Melville, entre los ya fallecidos. El título corresponde a la canción homónima de Paco de Lucía, guitarrista por el que Yanes siente debilidad.