Crepúsculo es el último gran éxito del cine adolescente made in USA. Adaptación del primero de una serie de libros obra de Stephanie Meyer, aprovecha la estela dejada por trilogías fantásticas, aún no superadas, como Harry Potter o El señor de los anillos.
La película relata la historia de amor entre dos adolescentes (Kristen Stewart y Robert Pattinson, escogido tras arduas pruebas), con la salvedad de que uno de ellos es un vampiro, con lo cual a los problemas generados por las hormonas se une el luchar por un amor imposible.
Su directora, Catherine Hardwicke, ya conocía la temática, pues se inició con un drama adolescente de bajo presupuesto, Thirteen (2003). Fue ella quien luchó por conservar el espíritu del libro, aunque con licencias como hacer saltar a los actores de árbol en árbol.
Cóctel de temas de éxito
La explicación de su éxito, al margen de una repercusión editorial que ya asegura miles de fans como espectadores, está en aunar varios temas a priori interesantes para el gran público: película de instituto (con esa franja de edad ya solucionada), película de vampiros (género que también cuenta con gran cantidad de adeptos), rompiendo los tópicos habituales sobre estos, historia de amor, protagonistas jóvenes y guapos con estética de grupo de rock, y una banda sonora actual que encabece todas las listas.