«En México la realidad te agarra por la garganta y aprieta»

Camilo Franco

CULTURA

La periodista recibe en Fonseca el reconocimiento de los escritores gallegos

06 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Su currículo importa más que su origen casi de película, a pesar de ser descendiente directa de la última monarquía polaca. Nació en Francia, pero al estallar la Segunda Guerra Mundial su madre decidió trasladarse con ella a México mientras su padre acabó por participar en el desembarco de Normandía. Elena Poniatowska (París, 1932) se incorporó a la vida mexicana sorprendiéndose «por la pobreza que en Francia no había visto». Comenzó a escribir para un periódico en los cincuenta y, desde entonces, no ha dejado de escribir en dos sentidos, en el literario y en el periodístico. La AELG le entregará hoy, a las 19.30, el reconocimiento de escritora galega universal en el Pazo de Fonseca, de la Universidade de Santiago.

-¿Ha hecho diferencias entre el periodismo y la literatura?

-Creo que hay grandes diferencias entre lo uno y lo otro. La literatura necesita de renuncia, de dedicación. En el periodismo hay la tensión de lo urgente, la efervescencia del periódico. Cuando uno escribe un libro tiene la sensación de depender de uno mismo y se trata como de acercarse a un abismo, asomarse y a ver qué sale. En el periodismo, al día siguiente de escribirlo ya salió el artículo y si salió bien pues que bien y si no salió bien pues le echas la culpa a la prisa. En la prensa siempre te queda la sensación de que podía haber salido mejor, pero como lo tenías que entregar... pues no se le puede hacer otra cosa.

-Hablando de periodismo, ¿en Iberoamérica el periodismo ha ido ganando o perdiendo combatividad en los últimos años?

-Ha ganado mucho. Cuando yo comencé en México no se podía decir casi nada. No se podían contar cosas o publicar fotos que explicaran la miseria existente. Por ejemplo, si en una foto aparecía un perro abandonado, obligaban a quitarlo de la foto. Querían transmitir una imagen de seguridad y de normalidad para el turismo. Desde entonces han cambiado mucho las cosas y el periodismo ha hecho su trabajo.

-¿Para el escritor es más fácil contar la realidad o poder utilizar la fantasía?

-Puede hacer lo que quiera. La única obligación de un escritor es escribir bien. En el caso de Latinoamérica hay buenos ejemplos de las dos cosas y en México también.

-¿Es más fácil intervenir en la sociedad desde las páginas de los periódicos o de los libros?

-Creo que se debe intervenir desde ambas. En el caso de México es más difícil encontrar escritores que, como puede ser en Francia, escriban desde el yo, desde las sensaciones de las personas o ese tipo de literatura con una componente personal. Creo que la miseria de Latinoamérica no facilita mucho ese tipo de escritura. Allá, se escriba desde la fantasía o desde la realidad, lo que se cuenta es siempre la situación de Latinoamérica y sus tremendas dificultades. Lo mismo que se lea Juan Rulfo o a Augusto Monterroso. En México es difícil salir de la realidad porque te entra por la ventana, te agarra por la garganta y aprieta. Los mexicanos no pueden escapar de ella y los escritores tampoco, es una constante en la literatura mexicana y creo que sería poco apropiado que los escritores no respondiesen a ella.