Umberto Eco, homenajeado ayer en Madrid, dice que a Silvio Berlusconi le regalaría «Lolita»

Efe

CULTURA

20 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El escritor y semiólogo italiano Umberto Eco, que recogió en Madrid la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, ha afirmado que a Berlusconi no le regalaría ningún libro porque «él mismo ha dicho que no lee desde hace veinte años», pero, «vistas sus últimas noticias, sí le regalaría Lolita , de Nabokov».

Sarcástico y simpático, Umberto Eco, uno de los intelectuales más reconocidos de los últimos tiempos, con más de cincuenta libros a su espalda y con centenares de artículos y traducciones, ha mantenido un encuentro con la prensa horas antes de recibir este galardón, que poseen otros intelectuales y creadores como Carlos Fuentes, Pierre Boulez, Antoni Tapies y Umbral.

A la pregunta de qué es lo que pasa con los italianos, que mantienen en el poder a Berlusconi, el autor de El nombre de la rosa contesta categóricamente: «No pasa nada, los italianos están todos así; primero apoyaron al fascismo. Lo abandonamos cuando ya había un millón de ciudadanos muertos. Luego aguantamos cincuenta años de democracia cristiana, y ahora se vota a un personaje que cuenta chistes y se muestra como un caudillo. Ahora hace falta que Berlusconi haga morir a un millón de italianos, pero yo estoy viejo para ver eso, y si esto sucede me exiliaría en España».

«No desaparecerá el libro»

Umberto Eco, que a sus 77 años mantiene una agilidad asombrosa y un discurso cargado de energía, considera que el libro impreso no desaparecerá por el electrónico: «No nos podremos librar de los libros. Hoy he visitado la Biblioteca Nacional y he visto libros de quinientos y mil años; sin embargo, no sabemos cuánto puede durar un disquete de ordenador. Yo no podría leer a Proust en digital, sería imposible», asevera. Y una cosa tiene clara: «Si yo tuviera que dejar un legado para el futuro, lo dejaría en libro, no en digital».

Pero respecto al periódico, no se muestra tan optimista: «A mí, me gusta abrir las hojas del periódico [es un lector empedernido de la prensa mundial] tomando el café por la mañana, pero ya no tengo claro que eso sea lo que piensa mi nieto».