El escritor José María Rodríguez fallece a los 84 años

Efe

CULTURA

El dramaturgo, uno de los máximos exponentes de la Generación Realista, era Premio Nacional de Literatura Dramática.

22 oct 2009 . Actualizado a las 00:35 h.

El escritor y dramaturgo madrileño José María Rodríguez Méndez, autor de Flor de Otoño o Bodas que fueron famosas del pingajo y la fandanga, ha fallecido hoy en Madrid a los 84 años, según ha informado la Asociación de Autores de Teatro.

La capilla ardiente de Rodríguez Méndez se ha instalado en los velatorios del tanatorio Ciudad de Aranjuez, en la localidad madrileña, y la incineración de sus restos será al mediodía de mañana en el crematorio de Pinto.

El fallecido, coetáneo de Alfonso Sastre y Antonio Buero Vallejo, era uno de los máximos exponentes de la Generación Realista, además de Premio Nacional de Literatura Dramática (1994) por El pájaro solitario y Premio Max Honorífico (2005).

Aunque nació en Madrid, el 6 de junio de 1925, se crió en Barcelona y allí estudió primaria y bachiller para licenciarse luego en Derecho en Zaragoza.

Después, en 1982 y tras haber estudiado teatro, se trasladó a Madrid, donde ejerció de apuntador en el Teatro de Cámara, que dirigía José Luis Alonso. Viajó por Argentina y volvió a Barcelona en 1958, donde se unió al grupo teatral «La Pipironda».

Hasta 1976, la censura apenas le deja estrenar sus obras y las que fueron permitidas sólo se representaban una vez.

Por eso, el dramaturgo aseguraba en una entrevista con EFE poco antes de que le entregaran el Premio Max de Honor, que había tenido una vida «dura y difícil», en la que había tenido que «resistir».

«Mi obra es de resistencia, porque siempre he estado más o menos marginado. Pero la soledad, que es dura y amarga, se presta a la reflexión», explicaba entonces.

A comienzos de los años 50 comenzó a trabajar con autores de posguerra como Muñiz y Lauro Olmo o Martín Recuerda y de esa época es su primer texto, Los vagones de madera (1959), pero la consagración no le llegó hasta 1964, cuando logró el Premio Larra de Teatro por «los inocentes de La Moncloa», sobre la tragedia de unos jóvenes opositores en Madrid.