Los Oscar aumentan la taquilla de los filmes candidatos en un año de crisis

Tatiana López

CULTURA

La película «An Education» pasó de cincuenta a ochocientas salas de exhibición después de la nominación

06 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Hasta hace muy poco ser ganador de un Oscar en las colinas de Hollywood significaba al menos dos cosas seguras: el reconocimiento del resto de la profesión y el prestigio de entrar como mínimo en la historia del cine. A esta lista de beneficios se unía, además, en los últimos tiempos un nuevo aliciente no menos importante en plena crisis económica: la promesa de vender más entradas tan solo con ser nominado.

Es más, según un estudio hecho en el 2009 por la revista Slate , las películas nominadas a los Oscar recaudan una media de media de 6,6 millones de dólares (casi 5 millones de euros) más que aquellas que quedan fuera de la alfombra roja.

El mejor ejemplo de esta teoría se vivía en esta edición con el filme An Education y que, tras ser nominada a los Oscar, pasaba de ser exhibida en cincuenta salas a proyectarse en ochocientos cines.

Aunque esta fórmula no es válida para todos los filmes, - Frost/Nixon fue un fracaso en la taquilla el pasado año a pesar de recibir cinco nominaciones-, la esperanza de aumentar los beneficios en una época especialmente dura para el cine precipitaba estos meses nuevas estrategias por parte de productoras y estudios ávidos de enseñar en sus estanterías una estatuilla dorada.

Entre los métodos más utilizados este año para intentar colarse en las papeletas destacan, por ejemplo, las campañas en la Red para promocionar la películas o incluso el envío de regalos personalizados a los miembros de la academia, muchos de los cuales son asediados estos días con invitaciones a cenas y fiestas.

En total se calcula que al menos cinco mil personas entre actores, directores y personalidades forman ahora mismo parte de la Academia de Cine de Hollywood. Eso sí, el proceso para convertirse en miembro de la Academia es tan complejo como aleatorio y no siempre incluye a los grandes nombres de la industria, como cabría esperar.

Aunque la identidad de los miembros suele ser guardada con celo por los organizadores sí se sabe que entre aquellos con derecho a votar se cuentan nombres tan diferentes como el actor Jack Nicholson, el millonario Rupert Murdoch o el realizador español Pedro Almodóvar. Menos suerte han tenido, sin embargo, leyendas como George Lucas o Woody Allen y quienes a día de hoy siguen sin formar parte de la familia de la Academia a pesar de su indiscutible influencia en la historia del cine. El proceso para entrar en el exclusivo «club de los 5.000» exige, entre otras cosas, que dos miembros en activo patrocinen la candidatura.

Tensión entre las favoritas

En la víspera de la ceremonia, sigue calentándose la batalla silenciosa que desde hace meses libran Avatar, la superproducción de James Cameron, y la cinta de bajo presupuesto En tierra hostil , de su ex mujer, Kathryn Bigelow. Ambas son candidatas a nueve estatuillas, aunque sus trayectorias son opuestas. La tensión ha aumentado en los últimos días cuando, en una decisión sin precedentes, fue expulsado de la ceremonia Nicolas Chartier, productor de esta última, por enviar correos electrónicos a los miembros de la Academia en los que pedía el voto.