La competición del Festival de Cannes despegó a medio gas. La frialdad con que fue recibida Tournée (La gira) , dirigida por el también actor Mathieu Amalric, cortaba el aire. No hubo abucheos, pero tampoco un solo aplauso. Su intención es buena, un homenaje a las compañías de burlesque de medio pelo, pero cansa.
La segunda película en competición, la china Chongqing Blues, tampoco fue para echar las campanas al vuelo. El interés de la jornada hubo que buscarlo en las demás secciones. Inaugurando la de Una cierta mirada estuvo la nueva película del portugués Manoel de Oliveira, que a sus 101 años sigue rodando una película por año. En este caso, El extraño caso de Angélica, que protagoniza la madrileña Pilar López de Ayala.
La polémica del día llegó con el documental italiano realizado por Sabina Guzzanti Draquila-L'Italia che trema . El filme presenta una imagen demoledora del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y vincula la gestión del terremoto de hace un año en L'Aquila con turbios negocios mafiosos.