El público coruñés se rindió ante la primera actuación de Anne-Sophie Mutter en Galicia
CULTURA
El concierto formó parte del ciclo de Grandes Solistas del Xacobeo Classics
19 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Xacobeo Classics presentó ayer en el Teatro Colón de A Coruña otra joya de la programación del ciclo Grandes Solistas con el recital de la violinista alemana Anne-Sophie Mutter, que estuvo acompañada al piano por Lambert Orkis.
Poco después de las ocho y media de la tarde, los dos intérpretes hicieron su aparición sobre el escenario coruñés, instante en el que las miradas del público se fueron directamente al llamativo vestido azul turquesa que lucía Anne-Sophie Mutter con un espectacular escote palabra de honor, poniendo así una nota de glamur y color a un escenario desnudo de elementos.
Los melómanos coruñeses no quisieron perderse la primera actuación de Anne-Sophie Mutter en Galicia llenando completamente el auditorio, que esperaba con una entrega contenida a que la excelente violinista abriera la primera parte del concierto con la Sonata en sol menor para violín y piano de Claude Debussy, un momento en el que el público comenzó a asimilar la pieza en absoluto silencio para no perderse ni un solo detalle del magnífico sonido fluyendo a pelo de su magnífico violín Stradivarius, que a punto está de cumplir 300 años, para el deleite del patio de butacas, que disfrutó de algunos hermosos pasajes dibujados por la intérprete . Como no podía ser de otra forma, ovación cerrada para esta primera pieza.
El programa continuó con la Sonata en fa mayor para violín y piano de Mendelssohn, que Anne-Sophie Mutter y Lambert Orkis comenzaron con un primera parte en allegro vivace que dio buenas muestras de la destreza y el talento de esta intérprete, que por algo es una referencia en la escena clásica internacional. Anne-Sophie Mutter se agarró al violín a los cinco años y decidió no soltarlo, circunstancia que la convirtió en la violinista contemporánea más prestigiosa de las últimas tres décadas, aunque como ella misma reconoció ayer en estas páginas: «Tengo otra vida más allá de la música». La carrera de Anne-Sophie Mutter despegó en 1976, cuando solo contaba con 13 años, y fue durante un concierto en el Festival de Salzburgo, momento mágico en el que al genial director Herbert von Karajan se le abrieron los ojos como platos cuando escuchó tocar a una niña que tocaba el violín como los ángeles. A partir de ese momento, Anne-Sophie Mutter se convirtió en la artista favorita del célebre director. La exquisitez en sus interpretaciones le proporcionó la posibilidad de grabar para el exclusivo sello Deutsche Grammophon, protagonizando numerosos registros que le han reportado premios internacionales, además de la posibilidad de que los principales compositores contemporáneos hayan compuesto obras para ella. Anne-Sophie Mutter cerró el programa de su primer concierto en Galicia con la Sonata número 3 en re menor para violín y piano de Brahms, además de la recreación de una pieza de Bizet, Fantasía de Carme n, de Sarasate, que le proporcionó el cariño del público en la despedida .