Un total de 130 obras de grandes pintores estarán expuestas hasta enero en Bilbao
07 oct 2010 . Actualizado a las 02:05 h.Son 130 las obras maestras de la pintura holandesa y flamenca del siglo XVII que se exhiben desde hoy en el museo Guggenheim de Bilbao en una muestra que bajo el patrocinio de la Fundación BBVA estará abierta hasta finales de enero del 2011.
El director del museo, Juan Ignacio Vidarte, ya advirtió en la presentación que es una exposición clásica, que trasciende temporalmente el siglo XX y, por lo tanto, también el contexto contemporáneo en el que se programan muchas de las citas de este centro bilbaíno. Una colaboración con el museo Städel de Fráncfort ha hecho posible que una de las etapas más brillantes de la historia del arte en los Países Bajos sea la protagonista. Para este viaje temporal se ha tenido que romper una condición testamentaria del fundador de la institución alemana, el rico coleccionista Johann Friedrich Städel, que a principios del XIX dejó escrito que los cuadros nunca podrían salir del museo.
Gerard ter Borch, Pieter Janssens Elinga, Jan Brueghel el Viejo, Frans Hals, Vermeer y Rembrandt son algunos de los más de ochenta artistas representados. Naturalezas muertas, paisajes, cuadros de historia y retratos conforman los cinco apartados en que se ha dividido el discurso; esos eran también los temas más solicitados por comerciantes y banqueros, numerosa clientela de adinerados burgueses que ostentaba en aquellos momentos el poder político y económico de la región.
El gusto de la burguesía
Pero son sobre todo las escenas de interior las que mejor interpretan el latido de esa nueva clase social, clase con una clara conciencia de identidad nacional, especialmente en las décadas posteriores a la independencia de España. Los pintores se entregaron entonces a retratar lo que les pedían: la actividad cotidiana, el día a día de las escenas de hogar, los objetos preferidos, personajes familiares... siempre con una expresión detallista, meticulosa y refinada. En ellos se reconocen, pues, los gustos de los compradores.
Muchas de las obras se exponen por primera vez en España. Entre ellas destaca El geógrafo, de Jan Vermeer, en la que el pintor holandés une en una composición arte y ciencia. De hecho se ha acondicionado una sala solo para este cuadro. La exhibición se completa con el montaje de un espacio dedicado a la pintura de gabinete, miniaturas que no son más que el reflejo de lo que el comisario Jochen Sander llamó acertadamente «espejo en la distancia».