Jose María Guelbenzu: «La traducción que hizo Valente de 'El extranjero' es extraordinaria»
CULTURA
El ganador del Premio Torrente revisa su obra «El esperado» y destaca la novedad de su Mariana de Marco, una jueza de instrucción, como personaje de novela negra
19 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.«Hablamos de lo que quiera; estoy en casa corrigiendo una novela que va a reeditarse el año que viene». José María Guelbenzu, nacido el día de la República, 14 de abril, de 1944 en Madrid, retocaba en la tarde de ayer El esperado, una obra que publicó por primera vez en 1984; «es una novela con la que siempre estuve un poco incómodo, una novela fallida y como, afortunadamente, se agotó, aprovecho para volver a escribirla, para hacer correcciones... ¡Lavarla y peinarla!».
-Antonio López asegura que iría a retocar sus cuadros una y otra vez, pero con las novelas es menos habitual, ¿no?
-Sí, no es muy común, no se suele cambiar, pero cuando se hace una reedición aprovechas para corregir erratas que venían arrastrándose. Juan Marsé, por ejemplo, lo está haciendo, ha ido estableciendo la edición definitiva de sus novelas. Siempre hay cosas que puntualizar y en novela es más fácil que en poesía.
-¿Ha escrito poesía?
-Al principio, en esos momentos juveniles que todos tenemos, pero luego ya comprendí que no era lo mío y lo rompí todo.
-¿No guardó nada?
-Quedó alguna cosa por ahí, desgraciadamente. Espero que nadie la encuentre. La lírica es una manera de empezar a relacionarse con el mundo.
-Ha editado a grandes autores, de poetas como Bécquer o Pacheco a Kipling o Camus.
-Más que ediciones, eran prólogos y estudios, en el caso de Bécquer. De Camus hice una edición de cinco volúmenes que no eran las obras completas, eso es imposible, con todo lo que escribió y las trifulcas en las que estuvo. Era una edición muy cuidada y encargué nuevas traducciones de sus obras. La traducción que hizo Valente de El extranjero es extraordinaria.
-¿Por qué es tan difícil hacer una buena traducción?
-Las traducciones están mal pagadas y, además, entre los traductores profesionales los hay que tienen gusto literario y otros no y estos no traducen con todos los matices necesarios.
-En «El hermano pequeño», la novela con la que ganó el Torrente, vuelve Mariana de Marco. ¿Va a seguir?
-Esta mujer es una juez de instrucción que surgió en la primera, solo pensaba escribir una novela negra. Las buenas novelas policíacas enseñan mucho a escribir, a construir, y me había planteado darme el gusto de que entre los maestros del género que había leído iba a colocar una novela mía. Mariana de Marco no era el personaje más importante, no me di cuenta del potencial que tenía hasta que la tuve terminada. Voy a seguir en varias novelas más. Es un personaje que hay que tener muy abierto.
-Es poco habitual una juez como protagonista de novela negra.
-No era fácil encontrar un personaje efectivo. Los asesinos no suelen ser unos linces y una juez de instrucción es una persona culta, en este caso el equivalente a un investigador. Con el policía protagonista no quería meterme porque no conozco bien ese mundo. Acabé dando con esta mujer, que tiene características especiales: una mirada especial, inteligente; ella ha visto pasar la vida por su juzgado.