Roban en Getafe un camión con obras de arte valoradas en cinco millones de euros

La Voz MADRID/AGENCIAS.

CULTURA

Entre las piezas sustraídas figuran creaciones de Picasso, Saura, Chillida y Botero

03 dic 2010 . Actualizado a las 03:22 h.

Tres ladrones encapuchados han asestado uno de los principales golpes al mercado del arte contemporáneo en España y Europa al robar un camión con obras de artistas de primer nivel de una nave en Getafe. Las primeras estimaciones apuntan a que el valor total de las piezas sustraídas alcanza los cinco millones de euros; se da la circunstancia de que solo aproximadamente la mitad estaban aseguradas.

El robo ocurrió el pasado sábado en una nave del polígono Los Olivos, propiedad de una empresa especializada en el traslado de obras de arte, Crisóstomo Transporte. La puerta a la instalación estaba forzada y de su interior había desaparecido el vehículo, que fue recuperado el martes, pero vacío.

Entre el botín figuran cuadros y esculturas de Picasso -un dibujo en papel-, Tàpies, Saura, Chillida y Botero, entre otros. Las piezas acababan de llegar de Alemania, donde participaron en Colonia en una exposición de la compañía Axa.

La Policía Judicial investiga el caso. Al conocerse el suceso, la empresa de transportes pidió a las galerías propietarias de las obras que no hiciesen pública la desaparición, ya que confiaban en que los ladrones desconociesen el contenido del camión. «Cuando al cabo de las pocas horas apareció vacío y abandonado, perdimos esa esperanza», declaró a Efe Edurne Fernández, una de las galeristas. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que los ladrones contaban con información de primera mano.

La noticia ha caído como un mazazo en el sector. «Nunca nos había pasado nada parecido», explicó Fernández. David Fernández-Braso, de la galería Juan Gris, criticó la actuación de los transportistas: «Un camión cargado con obras de arte de este calibre no se puede dejar en una nave sin reforzar la seguridad, y más durante un fin de semana, que es el momento más delicado en los polígonos industriales». Los galeristas se temen que las piezas acaben en Europa del Este, donde se les perdería el rastro y desaparecerían para siempre.