Los visitantes podrán pasear por las mismas calles donde se rodaron películas como «Quo Vadis», «Ben Hur» o «Cleopatra».
28 abr 2011 . Actualizado a las 19:50 h.La gran fábrica de sueños italiana, Cinecittà, abrirá mañana sus puertas al público por primera vez en 74 años. Los estudios italianos, creados en abril de 1937, celebran su cumpleaños acogiendo a todos aquellos que quieran pasear por las mismas calles donde Rosellini, Fellini o Visconti rodaron algunas de sus grandes obras maestras.
Aproximadamente tres minutos es el tiempo que se tarda en abandonar el Broadway del siglo XIX, donde un mafioso Leonardo Di DiCaprio luchaba contra bandas organizadas en Gángsters en Nueva York, y llegar al cálido país de las pirámides del siglo I a.C para relajarse en el Egipto de Cleopatra. Un recorrido de más de veinte siglos en el que el visitante se topará también con la Roma de la serie homónima del director estadounidense Bruno Heller.
Además de los impresionantes sets de rodaje de grandes películas y series televisivas, Cinecittà también acoge los pabellones llenos de atrezzo y de material cinematográfico.
Dos de las naves de los estudios, la Presidencial y la Fellini, albergan desde hoy y hasta el próximo mes de noviembre la exposición Cinecittà se mostra (Cinecittà se muestra), en la que los amantes del cine podrán aprender lo básico del oficio del cineasta. A lo largo del recorrido de la muestra se van destripando las diversas fases por las que tiene que pasar una película antes de ser estrenada en la gran pantalla.
Nada más entrar en el pabellón Presidencial, que es el que marca el inicio de la exposición, el visitante se encuentra con un sinfín de frases conocidas escritas sobre un fondo negro: partes del guión de algunas de las películas rodadas en estos estudios. A continuación, se pueden visitar dos salas dedicadas al vestuario de las producciones cinematográficas, con piezas tan codiciadas como el hábito de fraile que lució Sean Connery en El nombre de la Rosa o alguno de los provocativos vestidos de la diva Audrey Hepburn. La exposición continúa con un recorrido por el desconocido trabajo de los que se dedican a la escenografía. No faltan tampoco las zonas en las que se explican las labores de producción y postproducción, que preceden a la última sala del primer pabellón, en la que se muestra al visitante la película ya terminada.
El pabellón Fellini pretende rendir un pequeño homenaje al director italiano de La Dolce Vita y Ladrón de bicicletas, pone a disposición de todos la información histórica sobre los estudios y dedica una de sus salas a exponer los retratos de actores, actrices, productores y directores que han permitido a la institución convertirse en uno de los estudios más importantes de Europa. En el último rincón del pabellón los cinéfilos más interesados en el pasado del séptimo arte podrán contemplar a divas como Sofía Loren o Rafaella Carrá haciendo sus primeros casting para participar en pequeñas producciones.