El museo de la Catedral reabre cambiando el sistema expositivo

camilo franco SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

El recorrido por las salas explica la historia y cambios del monumento

24 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Museo de la Catedral de Santiago tiene desde ayer nueva cara, aunque siga sin novedad el frente del Códice Calixtino. Su ausencia planeó como una «sombra» en la presentación de la remodelación de las dos primeras plantas de este museo, que ofrece al visitante una historia de la vida y las transformaciones del conjunto monumental a través de piezas de diferentes épocas recuperadas de distintos espacios catedralicios.

El planteamiento de la reforma de las dos primeras plantas tiene tres líneas principales, según el director del museo, Ramón Yzquierdo: «Conservación, difusión y pedagogía». El primero de los aspectos tiene que ver con la adaptación realizada, en la que no se ha tocado ningún elemento del edificio y todas las piezas utilizadas «pueden ser levantadas y el espacio quedaría diáfano». «Una luz controlada, nada de aire acondicionado y espacios controlados por puertas móviles completan ese carácter necesariamente conservador para las piezas de la colección», según Yzquierdo Peiró.

Para la difusión se ha tenido en cuenta un criterio expositivo ordenado, claro y apoyado en algunas de las posibilidades que la tecnología ofrece. En cuestión pedagógica, las nuevas salas del museo ofrecen un criterio cronológico que cuenta el proceso de transformación continuo que sufrió la catedral desde su fundación hasta casi el siglo XX, aunque las colecciones de las dos primeras plantas reabiertas tras la renovación están ocupadas por piezas que van desde los orígenes del monumento hasta el siglo XVIII. Además de las secciones cronológicas, en estas dos plantas están también los apartados argumentales, como el que se ocupa de algunas muestras de la iconografía del apóstol Santiago o la centrada en algunas piezas del Mestre Mateo, y que son complementarias al coro pétreo que se integra en las plantas recién remozadas, pero abierto con anterioridad.

También se ha remozado la forma de acceder al recinto museístico, que mantendrá su precio máximo de 5 euros, para orientar la circulación interior y el sentido de la visita.

Según el deán de la catedral, José María Díaz, la apertura de la remodelación del museo «es una demostración de la modélica colaboración institucional», una cooperación que espera prolongar más allá de las celebraciones del 800.º aniversario de la catedral «para la ampliación del museo a nuevos espacios todavía por reformar».

Aparecerá cuando lo muevan

El deán compostelano evitó las preguntas sobre el Códice y no quiso ni mencionarlo. Admitió que es «una sombra que no debe pesar en las celebraciones del aniversario», pero no pronunció su nombre.

Las investigaciones de la policía continúan y en la catedral descartan como «fantasiosas» las últimas explicaciones aireadas para explicar la desaparición del libro.

Explican que las obras de arte robadas tienen un largo recorrido y aparecen «cuando las mueven para colocarlas en el mercado».

Esta circunstancia refuerza la teoría, según integrantes de la catedral, del robo profesional, señalando que el Códice Calixtino aparecerá cuando los que lo tienen intenten sacar partido.