María Dueñas y Pérez-Reverte son los platos fuertes de la novela española
16 sep 2012 . Actualizado a las 06:00 h.En el otoño literario que se avecina, dos nombres son protagonistas: por un lado, el del escritor mexicano Carlos Fuentes, fallecido el pasado 15 de mayo a los 83 años. Por otro, el de María Dueñas, cuya novela El tiempo entre costuras se convirtió en un éxito editorial del que ya se prepara además una adaptación televisiva. Así, será en noviembre cuando los lectores puedan disfrutar de Federico en su balcón (Alfaguara), la historia sobre el filósofo alemán Friedrich Nietzsche que Fuentes concluyó apenas unas semanas antes de morir. Su publicación coincide con el 50 aniversario de dos de sus obras más celebradas: Aura y La Muerte de Artemio Cruz.
Tres años después de que su primera obra viera la luz, María Dueñas regresa con Misión Olvido (Planeta), una novela, según ha dicho la autora, «sobre el perdón y las segundas oportunidades» y cuyo personaje central es una profesora que vive a caballo entre España y California.
Otros platos fuertes de la novela son los nuevos libros de Pérez-Reverte, El tango de la guardia vieja (Alfaguara) y Javier Cercas, que recupera los primeros años de la transición en Las Leyes de la frontera (Mondadori).
Novela gráfica
Otro género que se ha abierto un hueco para este otoño 2012 es el de la novela gráfica, ese complejo y cada vez más valorad producto que mezcla la literatura con el cómic de toda la vida. En este apartado llama la atención la biografía de Virginia Woolf, a cargo de Bernard Ciccolini y Michel Gazier, y que forma parte de la colección El chico amarillo, de Impedimenta.
Los fans de J.R.R. Tolkien no quedarán indiferentes ante la edición de lujo de El Hobbit. El preludio de El Señor de los Anillos está ilustrado por Chuck Dixon y David Wenzel.
Por su parte, la novela negra, que lleva varias temporadas entre las favoritas del público, tiene de nuevo un sitio de honor los escaparates. George V. Higgins publica su tercera obra, Mátalo suavemente, bajo el sello Libros del Asteroide. Otros títulos son Muerte en primera clase (Destino), de José María Guelbenzu; Port Mortuary (RBA) de Patricia Cornwell; Jack al desnudo (RBA) de Ian Rankin y El último coyote (Roca) de Michael Connelly.
Entre los autores internacionales, el más esperado es probablemente Haruki Murakami con Baila, baila, baila (Tusquets), que si bien se publica ahora en España, fue escrita en 1988, justo después del famoso Tokio Blues. Narra la historia de un periodista que siente la necesidad de volver a algunos escenarios de su vida para ajustar cuentas con su propio pasado.
En clave japonesa también sobresale El señor Nakano y las mujeres (Acantilado), de la bióloga Hiromi Kawakami. La misma casa publica Ciudad abierta, del estadounidense de origen nigeriano Teju Cole.
Nostalgia
Pero el otoño, quizá la estación más nostálgica del año, no estaría completo sin un par de libros de poesía que colocar en la mesilla de noche. Uno de ellos es la Poesía completa de Zbibniew Herbert (Lumen), así como la también Poesía completa de Paul Auster (Seix Barral), traducida por Jordi Doce. Mención aparte merece la Canción errónea, del poeta Antonio Gamoneda, que regresa, tras ocho años sin publicar, con una actitud de «indiferencia», según ha expresado, hacia su propia muerte, y que está compuesto por sesenta poemas «perfectamente desordenados».