El Café Moderno acoge una exposición exclusiva de 63 grabados
10 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Cuando Picasso salió de Galicia con 14 años decía que ya pintaba como Rafael. Conocía todos los recursos tradicionales de la formación clásica. A partir de ahí, como señala José María Luna, el director de la Fundación Picasso Museo Casa Natal de Málaga, «eso se le quedaba corto». «Y lo que hace es que no rompe la baraja, sino que la baraja de una forma distinta, y la vuelve a juntar de una forma tal que nada es igual en el arte del siglo XX -apunta-. Y eso Picasso lo hace continuadamente».
En esa dualidad, en ese equilibrio de su formación clásica y el vértigo que introduce siempre en todas sus obras, con las constantes reinterpretaciones de distintos temas, se mueve la exposición de la obra gráfica de Pablo Ruiz Picasso que desde ayer exhibe el Café Moderno de Novacaixagalicia en Pontevedra, una muestra única y «exclusiva» para la ciudad del Lérez, como subrayó Luna.
Los 63 grabados colgados en la sala de exposiciones son en su totalidad fondos que conserva la entidad andaluza. La selección «que ha hecho posible que Picasso vuelva a tierras gallegas» fue realizada por el propio Luna y Rosario Sarmiento, y se estructura en cuatro ejes, que ofrecen «una panorámica de cómo se acercaba Picasso, el genio más importante del arte del siglo XX en el mundo, al proceso creativo». «Un proceso -añadió- que no estaba sujeto a límites, que no estaba constreñido a las posibilidades técnicas de los medios que abordaba, en este caso el grabado y litografía, sino que buscaba siempre saltarse esos límites que pudieran encorsetar su proceso creativo».
De esos cuatro bloques, que abarcan un arco temporal de tres décadas, entre los años veinte y cincuenta del siglo XX, dos están dedicados a la mujer, el relativo a los grupos femeninos y el de la revisión de la tradición clásica del pintor y la modelo (las mujeres observadas), con todo el «morbo» que siempre dio la relación del artista malagueño con las féminas, «aunque tampoco es tan extraordinario hoy, pero en aquella época era rompedor».
Otro de los temas que aborda de múltiples maneras es el de la naturaleza muerta, «que Picasso pone en la primera línea del arte de vanguardia en el siglo XX». Y, por último, están las representaciones de rostros y figuras surrealistas. La muestra podrá visitarse en la entidad pontevedresa hasta el próximo 20 de enero.