Una historia de redención, donde se dirime la cara pública y heroica y la privada y oscura de un personaje polémico. Ese es el territorio en el que se mueve El vuelo, el retorno del director Robert Zemeckis a la dirección convencional. Lo hace acompañado de Denzel Washington, que por su papel de Whip Withaker, un piloto de aviación alcohólico y mentiroso, acaba de ser nominado por sexta vez al Óscar a mejor actor, estatuilla que ha conseguido en dos ocasiones (Tiempos de gloria, como actor de reparto, y Training Day). La película ha recibido otra nominación al mejor guion original, pero tanto al actor como al director ambas candidaturas les parecen pocas: «Pensé que íbamos a tener más nominaciones, creo que las merecíamos, pero me alegro de que al menos haya algunas, porque esa es la mejor manera de llamar la atención del público», dijo Washington ayer en Madrid.