
A Coruña acoge este fin de semana la cuarta edición del festival que reúne a los seguidores de la cultura pop japonesa. Un lugar de evasión para dar rienda suelta a la fantasía y el espíritu positivo
25 may 2013 . Actualizado a las 12:33 h.A Coruña | Expocoruña | Hasta el domingo | Todo el día | Bono tres días: 12 euros | Bono dos días: 9 euros | Entrada de día: 5 euros
Empezó en el 2010 como un evento exótico para minorías ocultas y se ha convertido en una de las grandes citas del ocio de A Coruña. Expotaku, el encuentro anual que reúne a los devotos de la cultura pop japonesa, batió el año pasado todos sus récords. Un total de 7.500 personas cruzaron las puertas de Expocoruña con una misión: entregarse al escapismo de un mundo en el que uno puede ser lo que quiera y a todo el mundo le va a parecer bien esa decisión. Sí, sin las burlas de los chicos populares de la clase, sin las humillaciones del que es incapaz de aceptar al diferente.
Hay que verlo. Hay que estar ahí. Hay que caminar por esa atmósfera irreal en donde una pléyade de jóvenes se confunden con personajes de manga. Allí la palabra friki carece de cualquier tipo de connotación negativa. «En Expotaku eso es un honor y, sin duda, será el evento en Galicia donde más friki por metro cuadrado se podrá ver este año», señala David Gaspar, director de la feria que de modo itinerante recorre diferentes ciudades de España difundiendo esta particular subcultura.
En el centro de todo, el otaku. Así se denomina al seguidor de los cómics y las series de animación niponas. Este sublima tanto su afición que, a veces, termina por vestirse como sus personajes. Convertido en lo que se denomina cosplayer (practicante del cosplay, disfrazarse de un personaje de manga o anime), experimenta un placer indescriptible. «No deja de ser como un hincha de fútbol que se compra la camiseta de su equipo y va al campo así», señala Gaspar. Lo que ocurre es que aquí el estallido de color desborda y, por momentos, a uno le puede entrar la duda de si se encuentra en A Coruña o en el barrio de Akihabara en Tokio, donde estos carnavales callejeros están a la orden del día.
En un lugar como Expotaku se puede encontrar de todo. Uno de los personajes más atractivos son las lolitas, un híbrido entre la ingenuidad infantil, la estética victoriana y el rococó, tamizado todo ello por la visión idealizada que se tiene desde Japón. En la feria las hay, coquetas, de todos los colores. Desde las sweet (dulces, en tonos rosa) a las gothic-lolita (oscuras). Con su vestimenta muestran su estado de ánimo y destacan con sus movimientos lentos y parsimonioso. Si uno quiere sacarse una foto con ellas, se dejan encantadas
Otro clásico de Expotaku son las colegialas. Imitan la tradición de las escuelas japonesas, en las que los alumnos visten esos característicos uniformes con corbatas, americanas y motivos marineros. Se las puede ver con sus carteras escolares y sus peinados imitando los mechones de dibujo animado tomando sushi en la taberna japonesa o té verde en un ryokan. Todo un espectáculo.
Series y series
En Expotaku lo que manda son las series. One Ps, Bleach, Naruto o Full Metal Alchemist cuentan con decenas de replicantes que tiran de sus conocimientos de costura (o de los de sus madres y abuelas) para transformar en tela lo que han visto toda la vida en una pantalla de televisión. Y, cómo no, tampoco faltan los seguidores de los clásicos. Por Expocoruña habrá Songokus de carne y hueso y Picachus con pijama. De hecho, muchos entraron en este mundo a través de Dragon Ball, Pokémon o Los Caballeros del Zodíaco. Y, aun ahora, tienen interiorizada la filosofía de las series shonnen, las del héroe que persigue de manera incansable un ideal.
Pero, por encima de todo, lo que destaca en Expotaku es el respeto. «Aquí hay un espíritu muy positivo y el público resulta totalmente buenrollista, sobre todo los cosplayers, que vienen a dejarse ver y a pasarlo bien», subraya David Gaspar, el organizador, que se atreve a hacer un perfil de su público: «Mayoritariamente son jóvenes de entre 13 y 26 años que llevan su vida normal durante todo el año y ven en este encuentro la excusa perfecta para estar con iguales, conocer a gente afín y ser felices haciendo lo que les gusta».
«Nadie critica a nadie. Aquí dentro no se ríen de ti, ni te pitan los coches», explicaba una jovencita a La Voz en la edición del 2011. Ellas adquieren un gran protagonismo en Expotaku. De hecho, suelen ser las que se toman las caracterizaciones más concienzudamente. Aunque, a veces, dentro del traje de chica haya un chico. Sí, el jugar con los roles sexuales también resulta una practica habitual en el mundo otaku.
Un sinfín de actividades
El listado de actos programados en los tres días de Expotaku impreso ocupa siete carillas de DIN A-4. Hay de todo: desfile de cosplayers, concursos de karaoke con temas de j-pop, torneos de juegos nipones en consola y ordenador, talleres para elaborar kokeshi dolls (muñecas japonesas), clases de iniciación al japonés y el coreano, proyecciones de filmes manga, conferencias sobre los diferentes géneros musicales de Japón, competiciones de jugger, presentaciones de editoriales y un etcétera interminable.
Gaspar señala que este año se ha potenciado de manera especial el apartado de retroinformática, el de robótica y también los talleres de idiomas, en los que se va a enseñar caligrafía japonesa. Se trata de simples pinceladas de un universo infinito que cada año va a más.