La dibujante Montse Martín explica en Viñetas su aventura francesa
09 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.No es la primera ni, lamentablemente, será la última. La ilustradora Montse Martín -una de las invitadas al salón Viñetas desde o Atlántico, que se celebra estos días en A Coruña-, debutó en el cómic, tras una nutrida experiencia en el mundo de la animación, con Talismán, una serie dirigida al público infantil y juvenil publicada originariamente en Francia y que, posteriormente, terminó viendo la luz en su país natal. «No soy la única que ha salido a trabajar fuera, aunque ahora con Internet puedas hacerlo desde casa. Pero, en efecto, te pagan desde fuera», advierte Martín, que encuentra la explicación en una cuestión de cantidad y calidad: «En Francia sacan novedades constantemente, hay un mercado muy amplio, así que parece lógico intentar publicar allí, y hubo suerte. Además, en este sector, el trabajo bien pagado viene de fuera, por eso tendemos a buscarnos la vida por ahí».
Esta peculiar fuga de talento gráfico obedece a una falta de consideración que continúa padeciendo la viñeta en España: «No tenemos cultura de cómic. Es un tema que sale siempre entre dibujantes. Yo he leído mucho tebeo, pero a mis sobrinos parece que no les interesa el formato, más allá de Mortadelo. Hay un vacío para ciertos sectores de edad que ha sido ocupado por los videojuegos. En Francia, sin embargo, hay cómics para absolutamente todas las edades, y eso genera afición», explica la autora, que asegura que su éxito en el país vecino con Curiosity Shop ha sido algo natural: «No tuve que adaptarme, yo ya era lectora de cómic franco-belga, así que ya sabía qué es lo que gusta allí. Lo que sí supuso un cambio fueron los tiempos y el modo de trabajar», afirma.
Defensa del fanzine
También ha pasado por Viñetas el coruñés Jano, quien hizo una defensa de la autoedición como modo fundamental de entrar en el sector, «primeiro con fanzines, que permiten ir experimentando e aprendendo».