La exposición londinense relata a través de objetos de gran valor cómo esa dinastía cambió China en apenas cincuenta años
17 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El apogeo de los Ming en el siglo XV centra una gran exposición del Museo Británico de Londres que, a través de pinturas, muebles, esculturas, joyas y textiles, relata cómo esa dinastía cambió China en apenas cincuenta años. La exhibición, que podrá ser vista desde mañana hasta el 5 de enero, explora el período entre 1400 y 1450, cuando China surgió como una gran potencia con la dinastía iniciada bajo el imperio de Hongwu.
Ming: 50 años que cambiaron China está repartida en cinco salas en las que abundan objetos de gran valor histórico, como pergaminos, túnicas que pertenecieron a los príncipes, jarrones y platos de porcelana, sedas y diversos objetos de madera. Con esta exposición, el Museo Británico quiere mostrar el alcance de la transformación interna y externa que sufrió China en esos cincuenta años, sobre todo por los cambios en la jerarquía del poder, con especial énfasis en su centralización. Además, con el emperador Yongle, también conocido como «el guerrero», la capital fue llevada de Nankín a Pekín y se construyó la Ciudad Prohibida, palacio imperial durante 500 años.
Este período de cambio llevó a un florecimiento cultural no visto hasta entonces en China. Entre los objetos que permiten apreciar la sofisticación de la dinastía figura la copia en miniatura en madera del carruaje de uno de los príncipes de la familia, descubierto en unas excavaciones llevadas en Pekín en los años setenta.
También hay un traje de seda intacto que perteneció a uno de los príncipes, así como un colgante similar a los que llevaban los príncipes adheridos a los cinturones. La seda era un material muy preciado en el siglo XV y los Ming la utilizaban con frecuencia para hacer regalos a los representantes extranjeros que recibían, lo que refleja el interés de esta dinastía por extender y reforzar sus contactos con el mundo. Entre los objetos más curiosos figura un largo pergamino que muestra a un emperador observando todo tipo de actividades en el llamado Parque del Este, como juegos de tiro al arco, otro que se asemejaba al fútbol, además de golf o polo.