La Academia de Cine entrega el Goya de Honor más joven de su historia. YES, la revista gallega de Gente, Creatividad y Tendencias, entrevista al malagueño
18 ene 2015 . Actualizado a las 10:18 h.Antonio Banderas ha alcanzado la madurez. Muchos años han pasado ya desde que el malagueño hiciera las maletas y se convirtiera en el actor español más famoso de Hollywood. Más aún si se le recuerda en aquel Laberinto de pasiones con el que Pedro Almodóvar lo dio a conocer. Con 55 años se ha convertido en el personaje más joven al que la Academia de Cine española reconoce con un Goya de Honor. Pero él se siente mucho más joven aún. Y ni se le ocurre pensar en una retirada. Al contrario, se encuentra en un momento clave en su vida: su separación de Melanie Griffith tras veinte años de relación coincide con una frenética vida profesional en la que toca todos los frentes. El próximo viernes llega a los cines españoles su trabajo más arriesgado: Autómata, una película de ciencia ficción que él mismo produce y protagoniza y en la que el equipo dirigido por Gabe Ibáñez lleva trabajando más de cuatro años.
-¿Cómo afrontas el estreno de «Autómata» en los cines españoles?
-Con muchas ganas. Espero que la gente sepa reconocer una película insólita dentro de la cinematografía española. La ciencia ficción es un género muy complicado, muy caro, es una película que se ha hecho con cinco millones de dólares y que luce como si nos hubiéramos gastado 40. Y nos permite reflexionar con lo que está ocurriendo ahora, la pérdida de unos valores que son rescatados por esos electrodomésticos antropomórficos a los que llamamos robots. Ellos heredan los valores importantes como el valor a la vida humana.
-¿Qué tiene de real el futuro que muestra la película?
-Un optimista antropomórfico como yo espera que el mundo no sea tan sombrío como el que describe Autómata. Pero sí tiene que ver con la crisis y muestra una sociedad absolutamente tecnológica que está produciendo algunos efectos secundarios de los que todavía no somos conscientes.
-La película recibió duras críticas en San Sebastián. ¿Lo esperabas?
-Hubo para todos los gustos. Pero lo que no admito son los insultos, porque tiran por tierra el trabajo de muchos departamentos. Creo que la gente que leyó esas críticas se va a sorprender mucho cuando vea la película. Porque tiene unos valores clarísimos y no es una película ridícula en ningún caso.
-Antonio Banderas es el hombre de los Goya 2014. ¿Cómo afrontas la gala?
-Con un cierto miedo, la verdad, pero el premio en sí mismo me llena de orgullo. Me parece un privilegio, sobre todo si miro a las personas que lo han recibido en años anteriores. Después de todos los esfuerzos que he realizado en los últimos años, y en los que no siempre he tenido éxito, el premio demuestra que hay ojos que reconocen ese esfuerzo.
-El Goya de Honor más joven de la historia...
-Soy el más joven, pero no por mis 55 años. Yo no he matado aún al niño que llevaba dentro, por lo tanto, el premio se lo están dando a un niño de 15 años que empezaba a soñar hace 40 con la posibilidad de ser actor. Ese niño sigue absolutamente vivo y dispuesto a seguir soñando.
-¿Y este reconocimiento no suena a retirada?
-Ni mucho menos. En los últimos años me he implicado artística y financieramente. Sería más fácil gastar mi dinero en otra cosa, pero decidí meterme en un lío importante como fue Autómata y voy a seguir haciéndolo. Voy a seguir empujando hasta que el huevo se rompa.
-La película opta además a cuatro candidaturas de los Goya, ¿esperaban más?
-No. Soy muy respetuoso con las decisiones de los académicos. Lo único que puedo hacer es alegrarme por los departamentos que han conseguido esas nominaciones. Estamos encantados con ellas.
-Nunca has perdido tu vinculación con España, pero en los últimos tiempos han aumentado tus proyectos aquí. ¿Estás pensando en volver a establecerte aquí?
-Establecerme no, no quiero tirar la casa por la ventana. Es cierto que estoy reorganizando mi vida profesional y personalmente pero voy a seguir trabajando en proyectos internacionales. No obstante, cuando pienso en dirigir, lo hago desde aquí. Pero no voy a cerrar ninguna puerta.
-Algunos críticos dicen que Hollywood ya no es lo que era, que ha perdido parte de su glamur. ¿Coincides con ellos?
-Hollywood ya no es lo que era porque ya no se rueda allí. Pero la gente sigue viendo las grandes producciones con el mismo sello. Hollywood se ha convertido en el paradigma del cine en el mundo entero. Y la tecnología está obligando al cine a replantearse a sí mismo.
-¿Te refieres a la piratería?
-El cine tal y como lo entendemos está herido de muerte. He estado en Santander, grabando Altamira, y allí ya no hay cines, en Pontevedra tampoco... La gente joven ve películas en los iPhone y en esos dispositivos no se puede apreciar la fotografía, el trabajo de arte... El mundo de la piratería está reduciendo el interés por parte de los financieros.
-¿Ocurre al mismo nivel en España que en otros países?
-Ocurre más. Se piensa que el cine lo hace gente glamurosa que se pasea por la alfombra roja, pero detrás hay muchas personas que viven del cine.
-¿Dónde veremos más a Antonio Banderas: delante o detrás de la cámara?
-Yo voy a seguir trabajando como actor, pero es cierto que estoy escribiendo mucho y me apetece muchísimo lanzarme a dirigir. Pero no voy a abandonar, y no solamente la actuación delante de la cámara sino tampoco en el teatro.
-Si un joven actor tiene la ilusión de llegar a ser el nuevo Antonio Banderas: ¿Qué le dirías?
-Que se olvide de todos los mundos paralelos de la profesión; que se centre en lo importante. Y lo importante en el cine empieza cuando el director dice «acción» y termina cuando dice «corten». De todas formas, los actores jóvenes de este país están muy preparados, creo que son mejores que los de mi generación y van a darle muchísimas satisfacciones al cine español.
-De los actores españoles actuales, ¿Cuál destacarías?
-Dos chicos que empezaron conmigo en el Camino de los Ingleses: Raúl Arévalo, al que adoro, tanto en el plano profesional como en el personal; y Mario Casas, que se ha convertido en una estrella y el cine español necesita estrellas.
-Antonio Banderas es una estrella. ¿Qué es lo más extravagante que le han dicho por la calle?
-Esta misma mañana. Iba corriendo por la urbanización cuando me han asaltado tres hombres vestidos con mono de trabajo y con mis películas en la mano. Me he tenido que hacer una foto con ellos con la voz entrecortada porque no podía ni respirar. Y he maldecido a aquel que inventó los teléfonos móviles.
-Sin embargo, llevas bien la fama...
-En general llevo con humor la vida. El final de la película de la vida lo conocemos todos y es trágico. El resto hay que exprimirlo. Creo que los andaluces somos muy conscientes de la muerte y eso hace que aprovechemos cada segundo del día como si fuera el último.
-Es conocida tu devoción por tradiciones como la Semana Santa de Málaga. ¿No le veremos cumpliendo otra tradición como es el Camino de Santiago?
-Me encantaría. Tengo varios amigos cofrades que lo han hecho en grupo, pero mi problema es el tiempo. No obstante, la Semana Santa es mucho más que el tema religioso. La de Málaga es una gran ópera en el que participan 70.000 cofrades. Yo me doy una sobredosis de mi tierra en esas fechas.
-A pesar de los años, ¿Tienes morriña?
-Tuve mucha los primeros años. Y no solo desde Estados Unidos, también cuando me fui a Madrid. Pero ahora vengo a Málaga mucho más a menudo, tengo muy presente a mi tierra. Y cuando vengo hago una vida de lo más normal.