Cuando las apariencias engañan

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

Más allá de su irreprochable factura artística, «Morgan» tiene problemas con el guion, del que Luke, el director e hijo de Ridley Scott, es coautor

23 sep 2016 . Actualizado a las 07:30 h.

Si tu padre es Ridley Scott, tienes mucho camino andado, y si filmas tu primer largo con 48 años es porque te da la gana. Que lo afrontes con solo ocho millones de dólares, y que lo que muestres en pantalla y la calidad del reparto (con ilustres como Paul Giamatti, Michelle Yeoh y Jennifer Jason Leigh) pareciese haber costado el triple, es un mérito incuestionable. Luke Scott ya aparecía como actor con nueve años en el debut paterno, Los duelistas (1977), y desde entonces se ha paseado por los rodajes y las oficinas de Scott Free como periquito por su casa... así que mucho se le pegó. Más allá de su irreprochable factura artística, Morgan tiene problemas con el guion, del que Luke es coautor. El primero es más detectable entre los cinéfilos con memoria porque les recuerda a demasiadas películas, desde Frankenstein y Alien, a la más reciente Ex Machina y la serie sueca Real Humans. El segundo, de estructura, porque sin llegar a la mitad del metraje ya intuyes el desenlace, por mucho que los minutos finales pretendan enderezar el rumbo (me ahorro el spoiler).

Incluso la idea de partida prescinde del factor novedad, al llevarnos al apartado laboratorio de una tecnológica que trabaja en inteligencia artificial, ahora ensayando un prototipo a partir del desarrollo rápido de sus células. Morgan alcanza el físico de una joven de dieciocho años en apenas cinco, pero acaba saliéndose de madre. Para solucionarlo envían a una doctora experta que enseguida empatiza con la criatura. Lo que ocurre entre las paredes del laboratorio adquiere momentos de seria incoherencia, sin duda atribuibles al texto de partida. Es así que la película se despeña progresivamente, sin renunciar nunca a un envoltorio formal de gran altura, de ahí que por un lado luzca un elogiable regusto a potente serie B, pero no colme las expectativas dramáticas. Luke (que solo faltaría...) rueda muy bien, pero de nuevo volvemos a la necesidad de darle una pensada a los guiones antes del primer golpe de claqueta. Eso sí, la robótica Anya Taylor-Joy está muy convincente. A Kate Mara le falta personaje.

«Morgan»

EE UU., 2016.

Director: Luke Scott.

Intérpretes: Kate Mara, Anya Taylor-Joy, Toby Jones, Rose Leslie, Boyd Holbrook, Michelle Yeoh, Jennifer Jason Leigh, Paul Giamatti, Sam Spruell.

Ciencia ficción. 87 minutos.