El Camino de Santiago se cuela en el último bombazo literario anglosajón

CULTURA

Hanya Yanagihara, durante un momento de la entrevista que concedió a TVE para promocionar su libro.
RTVE

Los protagonistas de «Tan poca vida», que acaba de publicarse en España tras su éxito arrollador en EE. UU. y Reino Unido, sueñan con peregrinar juntos a Santiago, dormir en albergues y desayunar «pan moreno con semillas de alcaravea, yogur y pepino»

07 nov 2016 . Actualizado a las 17:43 h.

Hanya Yanagihara, escritora revelación en Estados Unidos y Reino Unido, nació en Los Angeles y pasó parte de su infancia en Hawai, de donde era originario su padre; los protagonistas del libro responsable de su arrollador éxito, Tan poca vida, viven durante más de tres décadas en Nueva York, donde se desarrolla la mayor parte de esta novela ante la que se ha rendido la crítica anglosajona; pero aunque la distancia física que separa a Yanagihara y sus criaturas de los potenciales lectores gallegos podría parecer insalvable, lo cierto es que en esta durísima historia que la editorial Lumen ha publicado este otoño en España también hay sitio para Galicia y su enseña más internacional, el Camino de Santiago.

 De ser un personaje de carne y hueso, Jude St. Francis, el protagonista de la novela, podría convertirse quizá en uno de los 275.000 peregrinos que visitarán este año Compostela, una cifra que marca un nuevo récord, tras superar el techo alcanzado en el Xacobeo 2010. Convertirse en peregrino a Santiago es el sueño que comparte con otro de los personajes centrales de este libro -A little life, en su título original-, considerado como uno de los mejores publicado en el 2015 en EE. UU. y finalista del Man Booker Prize y del National Book Award. 

Jude y Willem Ragnarsson, que junto con JB y Malcom completa el reparto de esta historia de cuatro amigos que se instalan en Manhattan al terminar la universidad, planean desde que se conocen al final de la adolescencia completar «la ruta de peregrinación medieval que acaba en Galicia». El más entusiasta es Jude, que no solo planifica, sino que también paladea el sabor del Camino: «Por las noches dormiremos en albergues para peregrinos y viviremos a base de pan moreno con semillas de alcaravea, yogur y pepino».

En el best seller de Yanagihara, del que ya se prepara una adaptación en forma de miniserie de televisión, los dos amigos fantasean cada vez con más detalles sobre el que será un viaje nunca realizado, hasta el punto de idear una trama disparatada que titularán Santiago Blues: «El argumento es el siguiente -decía Jude-. Por el camino coinciden cuatro desconocidos: una monja taoísta china que intenta aceptar su sexualidad, un presidiario británico recién liberado que compone poesía, un antiguo traficante de armas de Kazajistán que llora la muerte de su esposa, y un universitario norteamericano atractivo y sensible aunque perturbado que ha dejado sus estudios (ese eres tú, Willem), y traban una amistad para toda la vida».

Por un montón de circunstancias que el futuro lector de las más de mil páginas de este libro preferirá sin duda descubrir por su cuenta, Jude no llegará a emprender el viaje cuyo origen habían fijado en el paso de Aspe, en los Pirineos, pero sí lo hará Willem, que a lo largo de las tres décadas de historia que repasa la novela pasará de ser un camarero que aspira a ser actor a convertirse en una verdadera estrella del cine.  Como en su día hicieron Martin Sheen y su hijo Emilio Estévez al rodar The Way, Willem protagonizará también una película sobre la ruta jacobea, Las estrellas sobre Santiago, en la que encarnará un doble papel: el de un monje francés del siglo XVI que peregrina a Compostela en vísperas de la Reforma protestante y el de un pastor de una pequeña ciudad de Estados Unidos que se cuestiona su fe. 

Mientras rueda la película, cumplirá, al menos en parte, el sueño de su amigo Jude: «La cobertura de móvil fallaba en algunos tramos, de modo que le escribía a Jude mensajes, lo que en cierto modo parecía más adecuado, más propio de un peregrinaje, y por la mañana le enviaba fotos del desayuno (pan moreno con semillas de alcaravea, yogur y pepino)».