«Mentes poderosas»: otra con niños frikis y resabiados

miguel anxo fernández

CULTURA

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19 ago 2018 . Actualizado a las 08:29 h.

Si quienes asisten en tromba a las salas son la mayoría adolescente, lógico que las productoras se lancen como locas a darles pitanza, en la lógica del entertainment que muy poco entiende de calidades. Que Mentes poderosas adapte la trilogía de Alexandra Brcken responde a una oportunidad y punto. Si en el mercado editorial logra adeptos, en el audiovisual no debería ser menos. Que por sus fotogramas ronden los fantasmas de X-Men, El corredor del laberinto, Los juegos del hambre y no sigo para no comerme los caracteres de la crítica, también entra dentro de una lógica mercantil, aunque tal cosa no implica que ni adolescentes ni el resto del público tengamos que comulgar ruedas de molino. Que la película de Jennifer Yuh, cuyos dos largos anteriores son Kung Fu Panda 2 y 3, no aspire a más, allá ella. En principio, todo indica que no hizo pleno y que la taquilla le dio portazo. En el fondo, la paciencia tiene un límite y asistir a una sala para más de lo mismo, ya no se lleva.

Otra vez instalados en la distopía, con un dirigente de ideas tóxicas que se carga a los críos defectuosos, vamos, que no tienen poderes. A los que si los tienen, les dan unos colores en función de sus capacidades. Pero siempre habrá unos rebeldes y en esas estamos. Súmese un reparto a estrenar, reforzado con algunos segundones y el menú está servido. Los espectadores que eran adolescentes cuando se pulieron con entusiasmo las sagas antes mencionadas, ya son ahora jovencitos indiferentes a los peces de colores y milongas varias, pero llegan camadas nuevas y a ellas dirige Fox este chute de adrenalina caducada. Por lo visto en su tibia recaudación, la cosa no funcionó. Que la factura es buena, ni se dude. Que entre la chavalada protagonista, los hay buenos, regulares y carne con piernas, también. Pero que la película no hará historia, otro tanto. Con los años, cuando se olvide su año de producción y todas se entremezclen en una ensalada distópica para consumo de multipantallas, puede que se redima. Mientras, esto se parece a una película, lo que una zanahoria a un botijo.