«Mientras dure la guerra», el libro y la espada

Eduardo Galán Blanco

CULTURA

Karra Elejalde encarna a Unamuno en «Mientras dure la guerra»
Karra Elejalde encarna a Unamuno en «Mientras dure la guerra»

El último filme de Amenábar, que vuelve sobre el 36 y el enfrentamiento de Unamuno en el paraninfo de Salamanca, peca de academicismo pero encierra grandes interpretaciones

07 oct 2022 . Actualizado a las 19:15 h.

Viendo Mientras dure la guerra nos venían continuamente a la memoria imágenes de otras películas que, anteriormente, confrontaron al intelectual -al hombre que piensa- frente al militar, el hombre que actúa. Sobre la desigual lucha de la inteligencia contra la fuerza bruta de las armas hay maravillosos filmes como, por ejemplo -por no citar demasiados- Esta tierra es mía de Jean Renoir o Los girasoles de Vittorio de Sica. Y este de Amenábar, aun sin entusiasmarnos, merece también estar junto a esas grandes obras mencionadas, aunque vaya un poco a la cola.

Mientras dure la guerra es eso que, antes, los de mi generación, sin avergonzarnos, llamábamos una película útil. Útil como arma contra los que quieren disfrazar la historia, útil para poner en las escuelas, para llegar a quienes todo esto que se cuenta no es más que un batiburrillo aprendido en dos páginas de libro de texto. Mientras dure la guerra pone en la pantalla grande, bien visible, una parte de nuestra historia; una época a la vez lejana y a la vez dolorosamente próxima. Es una película que, además de contarnos lo que fue, nos acerca de manera terrible y siniestra, por los caminos de paralelismos inevitables, a la descorazonadora actualidad.

En aquel infernal verano del 36, la posición de Unamuno frente a los golpistas, que al comienzo fue de apoyo -la cinta no es nada complaciente con el pensador y escritor-, acaba derivando en un enfrentamiento casi involuntario contra la crueldad y la sinrazón. Y aunque, en la secuencia final, el viejo confuso y acobardado acaba siendo héroe, la conclusión es bastante pesimista sobre la condición humana.

La puesta en escena de Amenábar -nos sobra su música a lo Falla- es academicista pero eficaz y, en ocasiones, espontáneamente poética. Y los actores sobresalen de verdad. Elejalde se sale de sus registros de loco broncas y borda la fragilidad del hombre sabio confundido y avergonzado. La sonrisa podrida y sucia, el rostro de esfinge del prototipo de militar cruel -«¡viva la muerte!», recordamos a Arrabal- de Millán Astray es una encarnación soberbia de Eduard Fernández. Y Santi Prego, como un Franco falsamente inofensivo y pusilánime, pero reprimido, traicionero, calculador y egoísta, contenido hasta la locura, nos ofrece una de las grandes composiciones del cine español de los últimos años.

«MIENTRAS DURE LA GUERRA»

España, Argentina; 2019.

Director: Alejandro Amenábar.

Guion: Alejandro Amenábar, Alejandro Hernández.

Música: Alejandro Amenábar.

Fotografía: Alex Catalán.

Intérpretes: Karra Elejalde, Eduard Fernández, Santi Prego, Patricia López, Inma Cuevas, Nathalie Poza, Luis Bermejo, Mireia Rey, Tito Valverde, Luis Callejo, Luis Zahera, Carlos Serrano-Clark, Ainhoa Santamaría, Itziar Aizpuru, Pep Tosar.

Drama.

106 minutos.