«Cazafantasmas: Más allá», no persigas ectoplasmas

Eduardo Galán Blanco / Miguel Anxo Fernández

CULTURA

Fotograma de la película de Jason Reitman «Cazafantasmas: Más allá».
Fotograma de la película de Jason Reitman «Cazafantasmas: Más allá».

Los críticos de La Voz analizan dos novedades: la secuela de los Ghostbusters que firma Jason Reitman, que se arrima descaradamente al público juvenil, y la ficción casi documental de Neus Ballús «Seis días corrientes»; además, repasan la recientemente estrenada animación estadounidense «Encanto»

03 dic 2021 . Actualizado a las 17:54 h.

Después de la desafortunada actualización perpetrada hace unos años, Sony insiste de nuevo con la saga que heredó de Columbia y nos sirve otra entrega de los Ghostbusters, aquel invento algo tontuelo, muy ochentero y extrañamente resultón que idearon los chicos del Saturday Night Live.

Cazafantasmas: Más allá se arrima descaradamente al público juvenil. Quiere ser una de Goonies, otra de Super 8 y otra más de Stranger things, serie esta de la que roba a uno de los actores protagonistas: Finn Wolfhard.

Tras un prólogo que es un puente tendido con el pasado, la narración toma a una familia en quiebra, desalojada de su casa, que debe buscar otros horizontes. Así mamá y sus dos retoños —una chica de 12 y un chaval de 17— suben al coche y se vuelven a la vieja hacienda familiar que, lo descubriremos un poco más adelante, está repleta de gadgets para cazar ectoplasmas, pues el abuelo de los niños se dedicó al asunto ese de agarrar fantasmas. En la mansión a lo Psicosis, las criaturitas desgarbadas encuentran todo un arsenal: una caja de atrapar espíritus broncas, la pistola lanza rayos y la furgoneta para perseguir a los mocos verdes locuelos. Así que ya está montado el circo.

Mientras eso transcurre, el espectador adulto y con callo en la córnea aún se va entreteniendo. Los chicuelos son graciosos —ellos y los dos colegas que se les pegan—, hay una bacanal de masocas malvaviscos animados y el profe les pone películas de terror a los chavales en las clases de verano, lindezas como Chucky o Cujo, que «es una película con perro cabreado como si Beethoven cogiera la rabia».

Luego, cuando la producción «entra en materia», y el hijo de Ivan Reitman saca toda la parafernalia digital, ya nos da lo mismo, aunque al final salgan tres viejas glorias y nos resuciten a una cuarta con el CGI [imágenes generadas por computadora].

«GHOSTBUSTERS: AFTERLIFE»

EE.UU.-Canadá, 2021.

Director: Jason Reitman.

Intérpretes: McKenna Grace, Finn Wolfhard, Carrie Coon, Paul Rudd, Logan Kim.

Comedia fantástica.

124 minutos.

Los tres trabajadores protagonistas de «Seis días corrientes».
Los tres trabajadores protagonistas de «Seis días corrientes».
 

«Seis días corrientes», tres currantes cotidianos vistos por Neus Ballús

Reconoció Neus Ballús durante la presentación de Seis días corrientes en la pasada Seminci que había grabado cientos de horas para reducirlos a esa poco menos de hora y media de lo que supone uno de los experimentos más frescos del cine español reciente, con todo cuanto tenga de tópica esa afirmación. Coqueteando entre la comedia y el documental, asistimos a una semana en el curro de tres fulanos, Valero, Moha y Pep, en una empresa de fontanería y electricidad en la periferia barcelonesa. Valero es el propietario, avanzada la cuarentena, tripero, pelín indolente, con no pocos prejuicios y desconfiado hacia el extranjero. Pep es un veterano a punto de jubilación, de los que mamó oficio en tiempos duros, con soluciones para todo y además, tolerante. Finalmente, Moha, joven migrante marroquí que lucha por su integración laboral y social, que incluso se afana en aprender catalán y debe soportar los recelos del primero.

Para empezar, no son actores y fueron seleccionados entre más de mil profesionales. Al tiempo que la cámara les seguía durante una semana, a razón de una anécdota por día —todas con base real, de las muchas que le ocurren a esta gente acostumbrada a irrumpir en hogares y negocios, con clientes de lo más variopinto, y arreglar sus averías—, el espectador asiste a la evolución en su interrelación personal.

Así, Ballús hace un retrato de nuestro tiempo entre divertido e incisivo, con momentos para la amargura y la tensión, pero también para el humor y la ternura. Otra de sus virtudes está en la verdad que trasluce, con escenas hilarantes y agradecidos toques costumbristas. Al final, transcurridos los días, quizá la empatía reine en el trío... Y a uno le quedan ganas de que pase el parón dominical para acompañar a estos tres el lunes al tajo. Por algo será.

«SEIS DÍAS CORRIENTES»

España, 2021. Directora: Neus Ballús. Intérpretes: Valero Escolar, Mohamed Mellali, Pep Sarrà, Pau Ferran. Comedia. 85 minutos.

Fotograma del filme «Encanto» en el que aparece Mirabel Madrigal, la protagonista.
Fotograma del filme «Encanto» en el que aparece Mirabel Madrigal, la protagonista.

«Encanto», el animado realismo mágico de Disney

Más allá de lo mucho que Disney ha recibido de su ahora filial Pixar Animation Studios, lo cierto es que la casa del ratón Mickey supo reconvertirse y desde Enredados (2010) parece querer marcar su propia senda al margen de la enseña del flexo saltón. A mayores, ajustándose a los tiempos en la lectura de género —las mujeres tienen los roles principales—, como en este Encanto, que tiene a la niña Mirabel frustrada por no disponer todavía de una cualidad mágica como el resto de los Madrigal, que lidera la no poco misteriosa abuela Alma. Todo en un lugar colorista y paradisíaco de las montañas de Colombia, y en una casa que domina la aldea y tiene mucha magia entre sus paredes.

Más allá del variado espectro musical que impregna la película, como un mosaico de estilos, ritmos, danzas y coreografías, por la trama (obra de los realizadores Byron Howard y Charise Castro Smith) se rastrea sin dificultad algo del imaginario exportado al mundo por la literatura de Gabriel García Márquez, ese realismo mágico del que tanto se habla pero que aquí se palpa en imágenes de gran belleza, por las que discurren personajes singulares. A la vez, retrata a una familia con su pasado oculto y un peligro al acecho, que quizá solo pueda enfrentar, qué paradoja, la única integrante carente de poderes: esa Mirabel de gafas grandes, ya convertida en icono disneysiano de pleno derecho. Resuelto todo además sin empalago ni moralina, solo reivindicando para la animación —otra vez— su condición de cine grande.

«ENCANTO»

EE UU., 2021. Directores: Jared Bush, Byron Howard y Charise Castro Smith. Música: Germaine Franco. Canciones: Lin- Manuel Miranda. Animación. 99 minutos.