Jesús Alonso Iglesias: «En la película de Spiderman nos dieron total libertad creativa»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Jesús Alonso, ilustrador, en Viñetas desde o Atlántico
Jesús Alonso, ilustrador, en Viñetas desde o Atlántico CLAUDIA DOCABO

El responsable del diseño de personajes de la oscarizada «Spiderman: Un nuevo universo» participa en Viñetas desde o Atlántico

11 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La ascensión de Jesús Alonso Iglesias (Madrid, 1972) al cielo de la ilustración es ejemplar. Tras debutar con Silhouette, se coronó en el 2015 con El fantasma de Gaudí, novela gráfica con guion de El Torres que fue galardonada en el Salón de Barcelona y nominada a los premios Eisner y Harvey. Llegó al mercado franco-belga con PDM y se metió en el wéstern reinterpretando a Los Dalton. Y de ahí pegó el salto a Hollywood, ocupándose del diseño de personajes de la oscarizada película de animación Spiderman: Un nuevo universo. Una fulgurante carrera resumida en la exposición que acoge estos días el Kiosco Alfonso de A Coruña dentro de Viñetas desde o Atlántico.

—En la exposición podemos ver tanto su trabajo en cómic como en animación.

—La intención es precisamente esa, enseñar todas las facetas de mi trabajo, todo lo que deriva de mi intención de no repetirme y volver a nacer con cada proyecto.

—¿Difiere mucho trabajar para uno u otro sector?

—Al final es muy parecido. Es cierto que en el cine se suelen establecer ciertos cánones. Aunque lo bueno de esta es que nos dejaron romper con todo lo establecido y que todo lo que pudiera aportar de novedad o de estilo personal era bienvenido. Nos dejaron total libertad en cuanto a modo de pensar y de crear, lo cual es muy de agradecer. Sin ningún límite y sin tener que ceñirnos a lo que se esperaba, sino todo lo contrario. En ese sentido fue muy parecido a diseñar para uno mismo.

—¿Cree que esa libertad creativa tuvo que ver con el éxito de la película?

—Sin duda. Desde el equipo que se formó desde el inicio, y del que tuve la suerte de poder formar parte, la intención era esa, buscar cosas nuevas que aportar y romper la tendencia que estaba llevando la animación de repetir el patrón, las mismas cosas bonitas constantemente. Había que llevarlo a otro lugar. Queríamos hacer algo nuevo, saber lo que podía aportar cada uno y ver cómo podía encajar en una película de estas dimensiones.

—Fue una sorpresa para muchos que lo habíamos conocido como el dibujante de «El fantasma de Gaudí».

—Aquello fue también muy especial. La elección fue del propio editor, que quiso hacerlo al estilo francés, buscando a un guionista y un dibujante que pudieran llevar el proyecto adelante. Fue una historia por encargo, pero en la que encajamos todos a la perfección desde el primer momento. Para mí fue un reto representar todo el mundo de Gaudí, meterlo de modo que no se perdiese nada, como si fuese un personaje más. Fueron muchos meses de trabajo, pero el resultado gustó.

—No tuvo que ser fácil tampoco reconstruir unos personajes tan asimilados como «Los Dalton».

—Fue un reto porque supuso, de entrada, un cambio de estilo total. Salirme de los edificios de Barcelona para meterme en la gama de colores de las praderas y los desiertos. Fue divertido meterme en el wéstern, un género que siempre me había apetecido, con unos personajes de los que desconocía la historia real. Porque hay una historia detrás de los Dalton de Lucky Luke. En realidad son como unos primos reales de aquellos que conocíamos.