Extravíos por querer abarcar mucho

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

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«Poker Face» es un largometraje que puede lucir carencias, ser imperfecto, pero tanto como ponerlo a caer de un burro... No parece venir a cuento tal ensañamiento.

21 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Observada la virulenta acogida crítica que Russell Crowe ha tenido en su segunda aventura como coproductor, director y actor, Poker face, a uno se le ocurre que o le debe pasta a todo quisque o tiene un carácter demoníaco, por lo que se le esperaba con el cuchillo entre los dientes para descuartizarlo. El largometraje puede lucir carencias, ser imperfecto, pero tanto como ponerlo a caer de un burro... No parece venir a cuento tal ensañamiento. Es probable que el guion —su primer trabajo de escritura— no haya sido sometido a una evaluación neutral o quizá lo haya revisado alguien de los que gustan de dorar la píldora al jefe. De haberlo sometido a un test serio, habrían observado alguna incoherencia (poco más). También puede que durante el rodaje o en la posproducción nadie advirtiera a Crowe de ciertas imperfecciones dramáticas o de que la cámara no es solo un juguete caro y está para ser usada sin aspavientos (tampoco para ponerse cachondo). Dicho todo esto, a ver a cuántos guapos y guapas entre los que hacen películas les sale una redonda sin mácula alguna.

Pero es que hay una norma no escrita en la creación artística: la perfección acaba empalagando. Es en los desajustes en donde está la gracia porque te provocan un meneo neuronal, opina este crítico.

Tenemos a un multimillonario gracias al póker, y sus periferias informáticas incluidas, que recibe una muy mala noticia. Es también un obseso del control, un crac de las nuevas tecnologías. Total que congrega a su grupo más cercano de amigos en un fin de semana en una de sus casas de ensueño para una millonaria partida a cambio de un pastizal. Es el núcleo de la trama, que ofrece, eso sí, sus correspondientes ramales. Si la lectura se hace en clave de entertainment —que tiene toda la pinta de ser el primer y único objetivo de Crowe—, la cinta va como un tiro.

Y es que no se intuyen pretensiones autorales en un profesional cuya filmografía no engaña y al que cabe la buena fortuna de haber participado en un puñado de títulos memorables en sus casi tres decenios de trayectoria en la pantalla. En el 2014 se estrenó con la irregular pero aparatosa El maestro del agua y ahora lo intenta con su primer guion propio. Quizá haya abarcado demasiado, pero tampoco resulta un desastre.

«POKER FACE»

EE.UU., G.B., Australia, 2022.

Director: Russell Crowe.

Intérpretes: Russell Crowe, Liam Hemsworth, Elsa Pataky, RZA, Jacqueline McKenzie, Matt Nable, Lynn Gilmartin, Daniel MacPherson.

Thriller.

94 minutos.