Ángeles Penas, directora del Museo de Belas Artes da Coruña: «Hay que aprender a mirar»

CULTURA

Ángeles Penas, ayer en su despacho en Belas Artes.
Ángeles Penas, ayer en su despacho en Belas Artes. MARCOS MÍGUEZ

Atareada con los preparativos de la exposicion de Picasso, recuerda la novelesca historia de las tablas de Rubens que son el orgullo del museo

03 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Bulle el Museo de Belas Artes con la preparación de la inminente exposición sobre Pablo Picasso. En el despacho de la directora, todo son llamadas. Y Ángeles Penas (Lugo), que prefiere no desvelar su fecha de nacimiento, parece disfrutar con el revuelo.

—Están a tope con Picasso.

—Sí. Abriremos el 23. Son trabajos muy interesantes, intensos y atractivos. Tener aquí a Picasso es un privilegio. Le da prestigio a todo: a la institución, a la Xunta, a la ciudad, a todo. Da mucho trabajo, pero estamos encantados.

—Trabajo, que no falte.

—Se ha multiplicado, sí, pero tenemos un equipo estupendo. Siempre digo que tengo la suerte de trabajar con amigos y buenos profesionales. Eso lo facilita todo.

—Y eso que da la impresión de que los museos no tienen muchas visitas.

—Nos gustaría que fuesen más, siempre. El público es fundamental, pero nosotros tenemos un crecimiento continuado en visitas. Intentamos llegar a todos los colectivos.

—Picasso les va a disparar el tráfico.

—Sí, en eso confiamos. Pero hoy en día tenemos también muchas visitas a través de las redes, que es otra forma de llegar al museo, estableciendo contenidos con otros lenguajes. Los museos han cambiado mucho, son instituciones en renovación permanente.

—Era un tipo, Picasso, a los ojos de hoy, muy políticamente incorrecto...

—Sé que hay un debate, pero aún así, creo que lo que significó y lo que significa Picasso es lo que le da valor a todo su legado. A pesar de todos estos nuevos planteamientos. Eso no puede ocultar la genialidad de Picasso y lo que supuso para el arte contemporáneo. Su aportación a las artes es incuestionable.

—¿Cuántos años lleva aquí?

—Muchos, casi 30.

—Se conocerá los cuadros de memoria.

—Más o menos. Afortunadamente, la colección se va incrementando. ¡Ya quisiera yo tener más tiempo para estudiarlos a fondo!

—¿Cuál es su favorito?

—Siempre digo que las dos tablas de Rubens son mis favoritas, porque son el origen del museo. Ahora mismo no están colgadas. Volverán cuando acabe Picasso. Son dos tablas mitológicas y tienen un significado especial, porque fueron donadas a finales del siglo XIX por una señora de A Coruña para crear el museo, que nació a principios del XX. Y fueron robadas en su día.

—Pero aparecieron.

—Sí. Las robaron en el antiguo edificio. Luego se construyó este, con las condiciones adecuadas de conservación y seguridad. Tuvimos suerte que se recuperaron para la inauguración de este edificio. Las había robado un ladrón común que le dio un empujón al vigilante y se las llevó en el bolsillo. Aparecieron, una en Estocolmo y otra en una redada en Miami.

PILAR CANICOBA

—¿Cómo están de presencia gallega?

—Siempre queremos crecer en obra artística. Aquí, el legado de Maruxa Seoane marcó un antes y un después. Estábamos muy deficitarios en pintura gallega y Maruxa a finales de los 90 legó muchísimas obras. Eso permitió establecer un eje para crecer.

—¿Es verdad que a los jóvenes les gusta más el arte contemporáneo?

—Yo lo veo en mis hijos aunque, cuando explicas las cosas, aprenden a ver. No se trata solo de que te gusten las obras, hay que aprender a mirar. El arte contemporáneo es más espectacular.

—Y a usted, ¿le gusta?

—Me gusta, pero es verdad que con algunas cosas te planteas serias dudas. ¿Hay mucho mercantilismo? También.

—¿Cómo llegó a la dirección del museo?

—Desde pequeña visité museos; mis padres me llevaban. Por eso es importante que los niños vengan, que tengan una base y que en el futuro sepan valorarlo. Nuestro patrimonio histórico artístico, cultural, es lo que nos da identidad. Estudié Geografía e Historia en Santiago y tuve la suerte de aprobar una oposición. Estuve en Madrid y pude volver a Galicia.

—¿A qué pintor de los que tiene en el museo le hubiera gustado conocer?

—A Luis Seoane. No le conocí personalmente y cada vez que profundizo en su obra me doy cuenta de que fue clave para la cultura gallega. Me habría gustado conocerle. Todas las referencias le señalan como una gran personalidad.

—¿Y a quién le gustaría incorporar?

—¡A Picasso! Un Picasso coruñés.

—¿Celta o Dépor?

—Deportivo.

—¿En que le gusta pasar el tiempo libre?

—En lo que le gusta a todo el mundo: caminar, viajar, estar con los amigos, ver museos.

—¿Le gusta la cocina?

—Lo hago, pero más bien por obligación.

—¿Cómo diría que es usted en pocas palabras?

—Trato de adaptarme, aunque tengo genio.

—¿Suele ir a las manifestaciones del 8M?

—Fui en otras épocas. Ahora estoy un poco desconectada.

—¿Le gusta pintar?

—Me gusta dibujar, pero nunca me lo tomé en serio. Comprendo que tiene que ser algo muy atractivo eso de coger un pincel y expresar lo que sientes y lo que piensas. Y lograrlo, sobre todo si le gusta a los demás.

—Una canción.

I Say a Little Prayer, de Aretha Franklin

—¿Lo más importante en la vida?

—Tener salud, una buena familia, amigos... Estar rodeada de buena gente.