Los falsos «diarios de Hitler» publicados en 1983 se guardarán en el Archivo Federal Alemán

La Voz BERLÍN / EFE

CULTURA

Konrad Kujau, el hombre que falsificó los diarios
Konrad Kujau, el hombre que falsificó los diarios Reuters Photographer | REUTERS

Su difusión en la revista «Stern» dio lugar a uno de los mayores escándalos mediáticos de la historia del país germano

25 abr 2023 . Actualizado a las 08:38 h.

El consorcio alemán Bertelsmann entregará este año al Archivo Federal de Alemania los falsos «diarios de Hitler», cuya publicación en la revista Stern en 1983 dio lugar a uno de los mayores escándalos mediáticos de la historia de la República Federal de Alemania. Según Thomas Rabe, consejero delegado de Bertelsmann, «la entrega de los falsos “diarios de Hitler” al Archivo Federal garantiza la adecuada protección y utilidad de este fondo de fuentes de la historia de la República Federal de Alemania de la década de 1980».

Bertelsmann había encargado al IfZ en agosto del año pasado una revisión científica independiente de la historia de la revista Stern, a la que se sumó en febrero un estudio sobre la gestión de los falsos «diarios de Hitler». Para Bertelsmann, la entrega es, tras la investigación encargada al IfZ, «un paso más en nuestro tratamiento de la historia de la empresa orientado hacia la transparencia, el carácter científico y la independencia», subrayó Rabe.

El número 18/83 de Stern se adelantó excepcionalmente y la edición con el título Descubiertos los diarios de Hitler apareció el lunes 25 de abril de 1983, en lugar de un jueves, como era habitual. El viernes anterior, el semanario había difundido la noticia de que estaba en posesión de 60 volúmenes de diarios de Adolf Hitler.

Fueron presentados en una conferencia de prensa en Hamburgo y los primeros extractos se publicaron en el número 18/83. No obstante, ya en la rueda de prensa, expertos expresaron sus dudas sobre la autenticidad. El 6 de mayo, tras un examen exhaustivo, el Archivo Federal anunció que los supuestos «diarios de Hitler» publicados por Stern eran falsos.