«La huella del zorro», el comisario Habib y el inspector Sosso investigan unas extrañas muertes en el País Dogón

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Retrato de Konaté (Kita, Mali, 1951-Limoges, Francia, 2013). A la izquierda, portada de la edición de «La huella del zorro».
Retrato de Konaté (Kita, Mali, 1951-Limoges, Francia, 2013). A la izquierda, portada de la edición de «La huella del zorro».

La colección Libros del Baobab publica una excelente novela negra del escritor maliense Moussa Konaté

05 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Han pasado más de 15 años desde que Antonio Lozano González (Tánger, Marruecos, 1956-Las Palmas, 2019) le descubrió al lector español a Moussa Konaté (Kita, Mali, 1951-Limoges, Francia, 2013) con El asesino de Banconi, novela que él mismo tradujo para Almuzara. Aunque fallecieron ya los dos —hombres buenos y sabios—, aquel encuentro no cayó en saco roto. La colección Libros del Baobab —que el sello Libros de las Malas Compañías centra en divulgar literatura africana y que dedica a la memoria de Lozano— publicó recientemente una segunda entrega de las andanzas del comisario Habib y el inspector Sosso, miembros de la brigada criminal de la policía maliense. Si en El asesino de Banconi (Gallimard, 2002) hacía debutar literariamente a la pareja con sus pesquisas en la pobreza y el caos de las calles de la capital, Bamako, en La huella del zorro (Fayard, 2006), ambos son enviados a investigar unas extrañas muertes en el País Dogón, territorio anclado en costumbres ancestrales, con una peculiar mitología y en el que rigen leyes propias. Incluso dentro del país, la misión destapa un abismo ante lo irracional, un choque de culturas, que los funcionarios conseguirán salvar gracias a la humanidad, el humor, la generosidad, la experiencia y la pericia de Habib, que, incluso así, pondrá en riesgo su vida. El relato hará aflorar la violencia y la corrupción que asolan Mali.