Pet Shop Boys, una institución de la música pop

Javier Becerra
Javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Pet Shop Boys
Pet Shop Boys Carlos Ortega | EFE

El dúo británico llega a la segunda jornada O Son do Camiño como un clásico en vida e influencia clave para muchos grupos actuales

31 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En las últimas semanas, muchos jóvenes descubrieron quién era Neil Tennant. Y no por los grandes discos que grabó junto a Chris Lowe en Pet Shop Boys, que hoy actuará en O Son do Camiño (22.30 horas, Escenario Xacobeo), sino por sus comentarios sobre Taylor Swift. Concretizó en ella una supuesta uniformidad en el pop contemporáneo, frente a la variedad y el interés que le despertaba en otros tiempos: «Hoy, todo es Taylor Swift». Lo lamentaba en una entrevista en The Guardian, evidenciando lo que les ocurre a tantos cuando llegan a cierta edad y no conectan con su presente. En su respuesta, rebajó los méritos de la cantante: «Para un fenómeno tan grande, ¿dónde están las canciones famosas? ¿Cuál es el Billie Jean de Taylor Swift?».

Las palabras de Tennant dieron alas a quienes detestan a Taylor Swift. Incluso fueron usadas por los que otrora despreciaban a los Pet Shop Boys, que no encajaban en el modelo de guitarra-bajo-batería. Pero también despertó la extrañeza de muchos los fanes de la artista. Se preguntaban quién era ese señor que hablaba así de su adorada estrella. El que diera un paso más allá del gesto de desaprobación, comprobaría que Tennant es el cantante y compositor de una de las grandes instituciones del pop de los años ochenta y noventa. Y que mucha de la música que consumen hoy en día, como The Weeknd o Harry Styles, tiene su origen precisamente en Pet Shop Boys. Lo lógico es que esta noche en O Son do Camiño todo ello se mezcle y acaben juntos los que piensan como Neil, los fanes de Taylor Swift, los que crecieron con Pet Shop Boys y los que los acaban de descubrir hace unas semanas. La fiesta está garantizada para todos ellos.

Pet Shop Boys se fundó en Londres en 1981. Entonces, una serie de bandas influidas por los hallazgos sonoros de Kraftwerk, Brian Eno, David Bowie y el tándem Donna Summer/Giorgio Moroder estaban pulsando la tecla de inicio de una revolución en la música popular. Desechaban las guitarras eléctricas y, en muchos casos, también las baterías, dándoles el máximo protagonismo a los sintetizadores. Se bautizó como sythn-pop y generó la inevitable tensión entre vieja y nueva guardia que producen todos los cambios generacionales.

De todos modos, Neil y Chris tardaron en asomar la cabeza. Fue en 1984 cuando salió el single con la primera versión de West End Girls. Mezclaban ese pop sintético con la herencia disco y los nuevos aires del rap (se apuntó siempre un aroma al icónico The Message de Grandmaster Flash & The Furious Five). El tema se regrabaría y luciría como la bandera inicial de Please (1986), un primer álbum que los colocó en el mapa. Suburbia, su siguiente sencillo, definió las claves del grupo: voz imperturbable, pequeños dibujos melódicos hechos con el sintetizador, fondo ligeramente bailable y mirada social. Si en West End Girls se tocaban las tensiones de clase, aquí se habla del aburrimiento juvenil en las afueras de la gran ciudad.

Please no fue éxito de un día. Resultó solamente el inicio de su paseo triunfal por la zona noble del pop internacional de los años siguientes. Actually (1987) arrasó con la grandilocuente It's A Sin y What Have I Done To Deserve This? junto a Dusty Springfield. Introspective (1988) continuó la ascensión con la pegadiza Domino Dancing y su brillante versión del Always On My Mind de Elvis Presley. Y con Behaviour (1990) tocaron definitivamente techo, dejando una de las grandes obras maestras del pop de los noventa. La racha continuó con Very (1993), otro título imprescindible.

A partir de ahí, el grupo siguió sacando discos más espaciados en el tiempo, con momentos interesantes, pero sin llegar a los logros del período 1986-1993. En todo caso, ello les ha permitido mantenerse en activo esquivando la etiqueta nostálgica, aunque su público acuda a los conciertos para rebozarse en sus días de gloria. Así ocurrió en el 2010, cuando, en el mismo espacio que hoy, actuaron tras Muse en el festival Xacobeo 10, entusiasmando al público con su propuesta colorista, divertida y emotiva. Seguramente, esta noche ocurra lo mismo. Además, llegan con Nonetheless, su mejor disco en los últimos años. Por lo que nada puede fallar.

Lo de si Neil Tennant tiene razón o no respecto a Taylor Swift queda para el camino de vuelta. Bajando del Monte do Gozo con el dulce sabor de Being Boring y Go West en los labios.

Y además... Myke Towers pone el reguetón, y Love of Lesbian, el «indie-rock»

La segunda jornada de O Son do Camiño propone un salto de géneros constante, sin que casi ningún artista tenga que ver con otro.

  • Marilia Monzón (15.20 horas). Suavísimo folk-pop procedente de Canarias que llega al circuito de festivales.
  • Monoulious Dop (16.00 horas). Guitarras, fusión de estilos y mucho humor para esta banda de Noia.
  • Recycled J (16.40 horas). Rapero que se nutre tanto del reguetón, el r&b y el trap como de la electrónica
  • Judeline (17.40 horas). Abonada al indie-pop, es una apetecible opción antes de los platos fuertes.
  • La Oreja de Van Gogh. (18.40 horas). Un clásico del pop nacional que arrasa con las nuevas generaciones. Rosas será un karaoke colectivo.
  • Love of Lesbian (19.50 horas). Grupo del indie festivalero que se mueve en estos espacios como pez en el agua.
  • Myke Towers (21.20 horas). El otro gran nombre del día junto a Pet Shop Boys. Reguetón festivo y temas superconocidos.
  • Natos y Waor (00.30 horas). Referentes de la escena hip-hop nacional.
  • Icona Pop (02.00 horas). Dúo de pop electrónico superbailable para cerrar la jornada.

Además, en el escenario de electrónica pincharán Richi Risco, Toni Varga, Cristina Tosio, Viviana Casanova, Solardo y Ben Hemsley.