Demi Moore, tras ganar el Globo de Oro: «Hace 30 años, un productor me dijo que solo podría hacer películas palomiteras»
CULTURA
La actriz, emocionada tras hacerse con el galardón por «La sustancia», confiesa que había asumido que nunca ganaría un premio como actriz
06 ene 2025 . Actualizado a las 18:58 h.Como a su personaje en la película La sustancia, a Demi Moore muchos ya le habían dejado caer que su carrera estaba acabada. E incluso en sus primeros años, a la que fuera La teniente O'Neil no le auguraban más que un futuro como actriz de cine palomitero. Buena parte de la industria había rebajado cualquier expectativa de la actriz estadounidense hasta el punto de que jamás se habría imaginado a sí misma recogiendo un Globo de Oro como Mejor Actriz.
La moraleja de la película de Coralie Fargeat parece haberse cumplido. Porque su galardón por parte de los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood parece venir a romper con las cadenas de la dictadura de la imagen, intentando demostrar que no hace falta cambiarse por un yo más joven ni transmutarse en un monstruo de desastres estéticos para seguir teniendo éxito. Certifica que Demi Moore no estaba acabada y que su carrera no tenía por qué estar limitada al cine comercial, como habían incitado a pensar tanto a ella como al público.
«Hace 30 años, un productor me dijo que solo haría películas palomiteras», expresó la actriz en su poderoso discurso tras subir a recoger su premio, el primero que recibe por su trabajo interpretativo en sus más de 45 años de carrera. En parte, porque asumió como ciertas las palabras de ese mandamás hollywoodiense. «Durante todo ese tiempo, pensé que esto era algo que no me estaba permitido tener», dijo refiriéndose al galardón al que se agarraba con fuerza.
«Pensé que podía hacer películas que fueran un éxito, que hicieran muchísimo dinero, pero que nunca podría ser reconocida», añadió muy emocionada, todavía incrédula por haber sido, por fin, receptora de un gran premio de la industria del cine. Porque, además, lo ha hecho en un punto de su vida en la que ya había asumido que su carrera estaba acabada. «Hace unos años llegué a pensar: "quizás hasta aquí he llegado, ya estoy completa, ya he hecho lo que estaba destinada a hacer"», explicó sobre uno de sus puntos más bajos desde el punto de vista laboral.
Todo, hasta que le llegó a su mesa el guion «mágico, atrevido, valiente, fuera de lo normal, chiflado» que cambiaría su vida y su carrera para siempre. «El universo me dijo que aún no estaba acabada», reconoce Moore sobre esa nueva oportunidad que surgía ante sus ojos, que hablaba sobre su experiencia —y la de muchas como ella— como actriz y que no podía dejar escapar.
Una película, La sustancia, que le ha enseñado una valiosa lección que ha querido compartir con todos los que estaban escuchando. «En esos momentos en los que pienses que no eres lo suficientemente inteligente, o guapo, o delgado o no suficiente en general, que sepas que nunca lo serás, pero puedes reconocer tu valor si bajas un poco tu vara de medir», defendió Demi Moore.
Con su yo más joven
Demi Moore y Margaret Qualley, las dos actrices que interpretan al mismo personaje en La sustancia, han querido hacer un guiño a la película, apareciendo juntas durante un divertido intercambio en la que fingieron incomodidad viéndose cara a cara.
Según la dinámica de la película, ambas viven vidas complementarias pero siempre separadas. Una semana le toca a una y la siguiente, a la otra. «Margaret, ¿qué haces aquí?», le preguntó Moore a su compañera de reparto con aparente incredulidad, «es mi semana». Y le pidió respetar el equilibrio al que las obliga el proceso representado en el filme de Coralie Fargeat.
«Es la noche de los Globos de Oro, y es que también estoy nominada», le contestó Qualley, coqueteando con la cámara del mismo modo que lo hacía como la ficticia Elizabeth Sparkle.
Finalmente, han roto la tensión con un acuerdo. «¿Y si lo hacemos juntas?», animó Moore a su compañera, a lo que esta respondió de forma irónica, en referencia a como se desarrolla la película: «¿Qué es lo peor que podría pasar?».