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Hybrid Art Fair, la mirada más íntima al arte emergente de Galicia

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Manuel Suárez, Juanitos y Raúl Álvarez confluyen en «Atlánticamente»
Manuel Suárez, Juanitos y Raúl Álvarez confluyen en «Atlánticamente» Marcos Miguez

La feria, con propuestas de 12 países, expone en las habitaciones de un hotel en la semana del arte de Madrid

07 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Le dan la oportunidad a gente joven como nosotras de mostrar su trabajo y adentrarse en el mercado». Blanca Castro, Candela Eirea y Paloma Domínguez están en la habitación 215 del hotel Petit Palace Santa Bárbara de Madrid. Al menos una parte importante de ellas, que es su obra. Son parte de la representación gallega de una de las ferias paralelas a Arco en la semana del arte de Madrid, que arriesga en las propuestas que presenta y también en cómo las presenta. Hybrid Art Fair se desarrolla hasta el domingo en las habitaciones de hotel.

«Es un formato muy interesante, porque es un espacio semiprivado que invita al público a entrar de forma diferente». David Catá (Viveiro, 1988) forma parte del proyecto Desde dentro de la galería madrileña Veo Arte y en la habitación 120, que explora las complejidades de la liberación personal y la expresión subjetiva. «Toda mi obra parte sobre una exploración personal, sobre la memoria y el paso del tiempo, y también intervengo sobre mi propio cuerpo para hablar sobre cómo la gente de nuestro entorno y lo que nos rodea nos marca y nos deja una huella».

Catá utiliza su propia piel como las hojas de un diario, y el hilo y la aguja se convierten en el instrumento de escritura, igual que Blanca Castro (Ferrol, 2002) usa la pintura para explorar el límite ambiguo entre la recognoscibilidad y el extrañamiento de objetos cotidianos y Candela Eirea canaliza a través de la cerámica su voluntad de potenciar las cualidades pictóricas y escultóricas de objetos cotidianos.

Blanca Castro Ponce Candela Eirea Orro y Paloma Domínguez Musso, del colectivo Refugallo
Blanca Castro Ponce Candela Eirea Orro y Paloma Domínguez Musso, del colectivo Refugallo

«En las ferias nunca sabes bien a lo que vas, es una experiencia bastante potente, y más en esta, porque vas a conectar mucho más con los artistas». Manuel Suárez forma parte de Atlánticamente, una propuesta en la que dialoga con Juanitos y Raúl Álvarez sobre un vínculo fuerte y común: el océano Atlántico. «Si había algo que en nuestra obra se reflejaba era esa fuerza, esa constante gigante que nos acompaña» y que también trae ecos de salitre y luz a la habitación 212.

«Es como si hicieses un año de facultad condensado en una feria», dice Suárez. Una especie de Erasmus arriesgado, porque para las artistas que forman parte del colectivo Refugallo, «supone un reto, porque puede resultar complicado que las obras funcionen en relación a un espacio expositivo no convencional. Pero nosotras aceptamos ese reto con entusiasmo».

Conectar con públicos diferentes, seguir explorando nuevas formas de presentar su trabajo y la oportunidad de darse a conocer y de que su trabajo llegue a más sitios son las grandes aportaciones de ferias como Hybrid Art, dice David Catá, que presenta trabajos de fotografía, pintura, videoarte y música.

David Catá, en un autorretrato en su estudio de Viveiro
David Catá, en un autorretrato en su estudio de Viveiro DAVID CATA

La feria rompe con el estereotipo de que arte es solo lo que está en un museo y de «la idea errónea de que el arte es para una élite», resalta Catá. Manuel Suárez cita a Dora García: «El arte es para todos, pero solo la élite lo sabe». Eso sí, «Galicia tiene un hándicap», que es que las galerías no están muy trabajadas. «Es bastante representativo que en Arco solo haya una galería gallega», dicen en Refugallo sobre el mercado gallego del arte.