Qué preciosa ilusión atesoraba en el 2015 Arantza Portabales en su debut con Sobrevivindo. El jurado del Premio de Novela por Entregas de La Voz supo enseguida que esta escritora aún desconocida había llegado para quedarse. También lo supo el editor Pablo Zaera cuando descubrió su talento en el arte del microrrelato. Hoy, cada vez que Portabales publica una novela, esta se convierte en noticia y los lectores esperan con ansia —a la puerta de la librería— conocer qué nueva fabulosa intriga los aguarda. Ella sigue manteniendo aquella ilusión casi infantil, aquel gusto por contar, aunque se escude en que lo único que busca es entretener, por supuesto, con historias y un lenguaje trabajados, de calidad. En Sobreviviendo logra una adictiva narración con un trepidante montaje de capítulos breves (aquellas entregas diarias) que confieren ritmo al relato y dosifican la intriga viajando y regresando del pasado.