Amancio Prada conmemora con una gira los 140 años de la muerte de Rosalía

Y. G. P. A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Amancio Prada, en un reciente recital.
Amancio Prada, en un reciente recital. César Quian

En el 50.º aniversario de su disco sobre la poeta, inicia un periplo gallego este sábado en Burela y el domingo en Pontevedra que seguirá por Ortigueira, A Coruña y Vigo

25 oct 2025 . Actualizado a las 10:36 h.

Este 2025 se cumplen 140 años del fallecimiento de Rosalía de Castro y 50 del disco que Amancio Prada dedicó a la poeta, en una efeméride doble que ya ha llevado al músico por más de una decena de ciudades españolas. En la noche de este mismo sábado, a las 20.30 horas, el cantautor berciano inicia la gira gallega en la Mariña luguesa, en la Casa da Cultura de Burela, y también la llevará este domingo a Pontevedra, donde actúa en el auditorio del Pazo da Cultura a las 19.30 horas.

El periplo galaico de su proyecto conmemorativo 50 anos do disco «Rosalía de Castro» proseguirá —dos semanas después, ya en el mes de noviembre— en Ortigueira, donde recalará los días 8 y 9 en el Teatro de Beneficencia (a las 20.00). A Ortigueira, además, regresa 48 años después de su único concierto, un recordado recital en el que se acompañó del violonchelista argentino Eduardo Gattinoni y que organizó la escuela de gaitas local el 29 de agosto de 1977.

Las plazas de A Coruña y Vigo cerrarán el recorrido gallego de Prada, que el 16 de noviembre, a las 19.00, estará con sus canciones en el Teatro Rosalía de Castro y, mucho más tarde, ya el año próximo, el 7 de marzo, se pasará por el vigués Teatro A Fundación.

En el recital coruñés, que se presentó este viernes, no solo subirá al escenario del teatro que hoy lleva el nombre de la poeta —espacio que tan bien conoce—, sino que actuará en el mismo recinto —antes Teatro Principal— que el 2 de septiembre de 1885 acogió el primer gran homenaje a Rosalía, fallecida el 15 de julio de ese año. Aquella velada estuvo presidida por Emilia Pardo Bazán y Emilio Castelar, autor del prólogo de Follas novas, y organizada por el Circo de Artesanos.

Precisamente, Roberto Parga, actual presidente de la institución, participó en María Pita en la presentación del concierto coruñés. «Manter viva a figura e a obra de Rosalía non é só un motivo histórico ou romántico, que tamén o é. Hoxe temos a obriga de que o legado da nosa poeta siga a ser un referente cultural do noso país e das novas xeracións, que poidan inspirarse na súa poesía e o seu exemplo. Por iso, esta homenaxe non é un acto bonito simplemente: é un acto significativo, un compromiso para que Rosalía siga viva entre nós», proclamó Parga.

En la misma línea, Gonzalo Castro, concejal de Cultura, destacó: «Creo que Amancio Prada, creo, non, afirmo rotundamente, nos ilumina, traendo á nosa memoria a nosa tradición cultural e o noso ser como pobo. […] Amancio, aparte de rescatar e poñer en valor toda a nosa poesía, elevouna e traspasou fronteiras, facéndonos sentirnos orgullosos da nosa tradición cultural e a nosa poesía».

Prada, el protagonista, fue el último en tomar la palabra. Emocionado, recordó su contacto inicial con Rosalía: «Foi o meu primeiro amor, a miña musa. Tiña 19 anos, en Valladolid, cando atopei un libro da colección Austral e descubrín os seus poemas».

Las primeras piezas que compuso a partir de la obra de la gallega fueron Cómo chove miudiño y Un repoludo gaiteiro, que vieron la luz en 1968. Después, en 1969, llevó al festival de la juventud de Alar del Rey, en Palencia, la canción Pra A Habana. «Para miña sorpresa, obtiven o primeiro premio, e co diñeiro que gañei merquei a miña primeira guitarra. Funme a París, tiña 20 anos, e alí continuei lendo e achegándome a Rosalía», contó el artista. «En Follas novas atopei poemas nos que Rosalía, alén da súa condición de galega, se expresaba como unha poeta romántica, con aire íntimo», añadió.

Fue en la capital gala, en 1974, donde nació el primer disco de Prada, Vida e morte, que grabó en los estudios Sofreson acompañado al violonchelo por Eduardo Gattinoni. Y todo gracias a la fe y el entusiasmo del matrimonio Lévi Alvarès, propietarios de una pequeña compañía discográfica, La Boîte à Musique, situada en el bulevar Raspail. Cómo chove miudiño y Un repoludo gaiteiro formaron parte de este primer álbum. No mucho después apareció el disco Rosalía de Castro, en 1975. El registro se realizó en los estudios Kirios de Madrid, de nuevo con Gattinoni, y no duró más de dos o tres sesiones. Es la obra que cumple este 2025 el medio siglo de historia.