Antonio López, sobre las críticas a las puertas de la catedral de Burgos: «Si la obra es buena da un poco igual el sitio»
CULTURA
Las piezas de bronce elaboradas por el artista manchego se pueden visitar desde este domingo en el museo del templo gótico, aunque el arzobispo admite que la vocación es que se instalen en la fachada de Santa María
30 nov 2025 . Actualizado a las 20:33 h.El museo de la catedral de Burgos exhibe desde este fin de semana las controvertidas puertas de bronce diseñadas por el pintor y escultor Antonio López, que las ha definido como una mezcla de lo cotidiano, plasmado en las dos puertas laterales, y lo sobrenatural, que preside un relieve de Dios padre en la doble hoja de la puerta central. El artista manchego, que ha tratado de evadirse del movimiento crítico que ha forzado que las puertas no se instalen, al menos por el momento, en la fachada principal de Santa María, ha sido el encargado de defender el complejo escultórico en el acto de inauguración. «Si la obra es buena da un poco igual el sitio, y si no es buena, también», ha asegurado antes de presentar al público esas tres grandes puertas de bronce, diseñadas para conmemorar los 800 años de la catedral (1221-2021), y que han quedado expuestas en el museo catedralicio.
Hasta ahora nadie había visto las puertas, excepto quienes permitió el Cabildo, y desde este domingo pueden ser visitadas por los burgaleses y turistas que se acerquen a la Catedral. A lo largo de estos días la visita será gratuita y se realizará en dos momentos diferentes del mes de diciembre. Por un lado, entre el domingo 30 de noviembre y el viernes 5 de diciembre; en un segundo momento, se abrirá entre los días 9 y 19 de diciembre; todo ello en el horario habitual de visitas turísticas a la Catedral.
Desde el Cabildo de la Catedral se indica que esta obra «es un diálogo con ocho siglos de historia» y una invitación a mirar el patrimonio con otros ojos. El mismo arzobispo de la diócesis, monseñor Mario Iceta, en la presentación realizada esta semana, hablaba de que estas puertas son el legado del Octavo Centenario de la Catedral, como lo fue la custodia de plata del Corpus Christi en el séptimo centenario. La majestuosidad de este conjunto escultórico radica en conjugar «tradición e innovación», en palabras del presidente del Cabildo de la Catedral, Félix Castro. En este sentido, este monumento escultórico pretende ser «un puente que una culturas y diferentes etapas artísticas».
Antonio López ha explicado que el encargo fue un reto porque se salía de su trayectoria, vinculada a lo cotidiano, a su familia, la ciudad y su entorno, plasmados desde un punto de vista figurativo. «Ha sido un encargo de una envergadura enorme, que no hubiera realizado de otra manera», ha admitido, tras recordar que desde hace miles de años, desde la época egipcia, los artistas han vivido de los encargos y de la obra religiosa, pero la realidad actual es distinta, y más para un pintor figurativo.
Un largo proceso y críticas por su impacto
Las puertas de la Catedral han tenido un largo proceso de construcción desde el 2018, cuando un empresario local decidió encargarlas para el Cabildo. Sin embargo, la crisis golpeó fuerte con la llegada de la covid y el mecenas tuvo que retirarse de la escena. El propio Cabildo ha financiado el 87% del coste total, que asciende a 1.250.000 euros, mientras que el 13% restante procede de una veintena de empresas burgalesas. Las puertas, de estilo hiperrealista, pesan en total ocho toneladas y se organizan en tres grandes cuerpos dedicados a la Anunciación, la Creación y la Encarnación, unidos por un mismo escenario, «el jardín», un espacio simbólico desde el que la obra se abre a la ciudad de Burgos. Este conjunto escultórico está formado por tres grandes bronces; cada uno tiene su escena y están inspirados en la tradición bíblica. El propio Cabildo ha resumido que cada una de ellas es un relato visual lleno de detalles: la acogida de María, la cercanía del niño Jesús y la fuerza creadora del Padre.
En todo este proceso, también ha habido voces discordantes. La plataforma contra las puertas de la Catedral llegó a reunir casi 80.000 firmas de personas que no están de acuerdo, bien con el conjunto artístico, bien con el modo de proceder de la Iglesia burgalesa a la hora de explicar y financiar el proyecto, o simplemente por el rechazo a que se coloquen en un lugar que podría perjudicar la continuidad de la Catedral de Burgos como Patrimonio de la Humanidad. Icomos emitió un informe desfavorable y recomendó al Cabildo que buscara otra ubicación; incluso la Unesco avisó de que podría estar en riesgo la declaración como Patrimonio de la Humanidad. Con todo ello, el Cabildo optó por plantear varias alternativas a la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que finalmente autorizó su instalación en el museo catedralicio. En cualquier caso, las puertas no se van a colocar de inmediato. El mismo arzobispo, Mario Iceta, recordaba en la presentación realizada esta misma semana que «los tiempos de la Iglesia no son los mismos que los de la sociedad» y que, por tanto, no hay prisa para ubicarlas en el lugar donde fueron destinadas, aunque, según Iceta, su vocación es que terminen en donde fueron pensadas.