Muere Robe Iniesta, líder de Extremoduro, a los 63 años: «Hoy despedimos al último gran filósofo»
CULTURA
El músico extremeño, uno de los letristas más destacados del rock español, había aparcado las actuaciones por problemas de salud. El concierto en Vigo el 8 de noviembre del 2024 fue el último de su carrera
10 dic 2025 . Actualizado a las 12:45 h.El cantante y compositor extremeño Roberto Iniesta Ojea, conocido como Robe y líder de la banda de rock Extremoduro, ha muerto este miércoles a los 63 años de edad, según ha informado su agencia de comunicación en un comunicado en el que no ha precisado el motivo de su fallecimiento.
«Hoy despedimos al último gran filósofo, al último gran humanista y literato contemporáneo de lengua hispana, y al cantante cuyas melodías han conseguido estremecer a generaciones y generaciones», ha anunciado la agencia en una publicación en Facebook cuyo texto ha calificado como «la nota más triste de nuestra vida».
Asimismo, ha afirmado que, en los próximos días, dará «la información necesaria sobre el lugar y la hora, en Plasencia, del homenaje» para despedir al músico.
Robe, nacido en Plasencia (Cáceres) el 16 de mayo de 1962 y galardonado en 2024 con la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes, fue uno de los músicos y letristas más destacados del rock español. En la publicación en redes que ha compartido la cuenta oficial de Extremoduro reconocen estar profundamente tristes por esta pronta despedida pero agradecidos de «haber recibido un tesoro en forma de legado para seguir el camino que nos queda en la vida». «El público le dio la vida y él se la dio a ellos. Seguiremos siempre por el camino que nos has enseñado, ¡al camino recto por el más torcido! ¡Vuela alto, hombre pájaro!», termina el comunicado.
En el 2024 tuvo conciertos en Vigo y A Coruña. Antes de la actuación en julio en la ciudad herculina insistía en una entrevista en La Voz en una de las ideas que marcó su carrera: «Lo de quedarme estancado en las mismas canciones del pasado no lo veo de ninguna manera». Así era su forma de trabajar, según reconocía: «Cuando tienes una canción puedes meterte al local de ensayo a jugar con ella, luego ya te pones a grabar y una vez grabada solamente quieres que la escuche todo el mundo. Lo natural es querer ver en directo cómo reacciona la gente, y eso es lo que te impulsa a componer un disco nuevo». Por aquel entonces su proyecto vital según reconocía pasaba por «seguir haciendo canciones». «Las canciones me vienen o no; yo puedo ponerme a currar y sentarme con la guitarra, pero a partir de ahí no puedo decir mucho más. Mi intención es seguir creando temas y haciendo conciertos, eso es el motor que lo mueve todo».
Meses más tarde, en noviembre, el fundador de Extremoduro y su banda abarrotaban el Ifevi en Vigo con una experiencia musical que preludiaba el fin de su gira «Ni santos ni inocentes». Tras el «boas noites a todos» llegaba un repertorio en el que se le daba cancha a su último trabajo pero con margen para los clásicos y acabar presentando un repertorio a gusto de todos. Como contaba entonces Serxio González, «para hacerle un estropicio al pescuezo de tanto menear la cabeza y para dejar volar lo que anida por ahí dentro, a la izquierda y debajo de las costillas».