Óliver Laxe: «Me estoy riendo de la que voy a liar con mi siguiente película»

María Estévez Torreblanca MADRID / EFE

CULTURA

Óliver Laxe
Óliver Laxe J.J. GUILLÉN | EFE

El director gallego asegura que muy pocos distribuidores le creían «cuando les decía que 'Sirat' era una película popular»

14 dic 2025 . Actualizado a las 12:15 h.

Óliver Laxe va a utilizar el éxito de Sirat, nominada a dos Globos de Oro y posible candidata a los Óscar, para «doblar la apuesta» en su próxima película, ha asegurado el director de cine gallego en una entrevista con motivo de la inauguración de Hu, una instalación que ha concebido para el Museo Reina Sofía.

«Mucha gente me pregunta si este éxito me va a cambiar. Y al contrario, es que me estoy riendo de la que voy a liar con mi siguiente película», explica Laxe, que está aprovechando la promoción de Sirat por todo el mundo para recopilar información del público sobre «la relación entre el arte y la terapia, el arte y la espiritualidad».

«La gente es sensible. Muchos distribuidores no me creían cuando les decía que era una película popular», dice el también director de Mimosas y O que arde, consciente de que «ahora mismo» tiene una «varita mágica» y a nivel de producción puede hacer «lo que quiera» en su próximo proyecto.

Al respecto, cuenta que la idea que le está «drogando» es ir a filmar en el Amazonas. «Me está llamando ir por allí. Tengo ganas de ir con algún actor y morir con él. Que nos abramos las tripas, yo como cineasta y él como actor», subraya.

Esta libertad se la ha otorgado la historia de un padre y un hijo que buscan a una hermana desaparecida por las raves de Marruecos y que sirve para proponer un viaje espiritual por el Sirat, o puente que llega del infierno al paraíso en el Islam. El martes 16 de diciembre se sabrá si además de conquistar a crítica y público en todo el mundo la película estará incluida en la lista corta de 15 filmes que aspiran a competir por el Óscar, mientras que los cinco finalistas se darán a conocer el 22 de enero.

Respiración, imágenes y música electrónica

Ese mismo día el Museo Reina Sofía inaugura Hu. Bailad como si nadie os viera, una obra «completamente independiente de Sirat, pero que nace del mismo proceso creativo», explica. En la instalación, que podrá visitarse hasta el 20 de abril, utiliza imágenes filmadas durante el rodaje de la película, y otras que grabó en templos zoroástricos y musulmanes de Irán hace 10 años, y que ha combinado «de manera muy personal, con armonía».

«En Hu despliego mi imaginario, las cosas que a mí me gustan, que son lo sagrado, la naturaleza, el trance, la música, bailar. Ir a los límites, a mirar adentro», describe el cineasta, que comenzó su carrera haciendo videoinstalaciones artísticas en la facultad de Bellas Artes de Pontevedra cuando estudiaba en esa ciudad Comunicación Audiovisual.

Laxe nació en 1982 en París, de padres gallegos que regresaron, cuando tenía seis años, a esa comunidad autónoma en la que aún reside (en la zona de Os Ancares, en Lugo), aunque haya pasado largas temporadas en lugares como Barcelona -allí estudió cine- y Marruecos.

Cuenta que la palabra Hu es un mantra que significa hálito divino. «Para muchas tradiciones, la divinidad sería una respiración», desgrana el artista, que recuerda que desde esa perspectiva puramente fisiológica «todas las personas cuando nacen recitan el nombre de lo divino. Y cuando mueren». Y por eso, pone en duda «que la gente no sea verdaderamente creyente».

Un sonido de la divinidad vinculado en la instalación con la música electrónica, que «tiene una abstracción y está tan ligada a la vibración pura sin melodía, a los armónicos puros» que «nos conecta, nos hace que nos fundamos en el todo», remarca.

Deja la psicoterapia gracias a los memes

Laxe sabe que a menudo «solo a la gente a la que le gusta tu trabajo te viene a hablar», lo que viene a «alimentar una percepción alterada de la realidad» y provoca que los artistas tengan «unos egos desmesurados», admite.

Por eso le gusta ver los memes que protagoniza en internet. «Ya le he dicho a mi psicoterapeuta que no le necesito porque los memes que me están haciendo están dando en el clavo», bromea.

También acepta que haya quien pueda considerar Sirat una «farsa». «He escuchado multitud de críticas y me parece que esto es el arte. He escuchado que es desesperanzada o nihilista. Y he escuchado a gente que le da esperanza y le revivifica. Para mí son síntomas de que hemos hecho bien nuestro trabajo».

«Hay conversaciones bastante acaloradas, gente que les parece una obra maestra, gente que les parece una farsa, pero están hablando de cine, y eso es muy sano y muy bueno», dice el director, para quien «el problema o la cualidad de Sirat es que te obliga a mirar dentro».