TENIS / FINAL DE LA COPA DAVIS El equipo australiano salió ayer a la escena del diálogo. Todos, desde Newcombe, el capitán, hasta el normalmente malhumorado Lleyton Hewitt, se mostraron muy relajados. Hasta, en algún momento que otro, soltaron sus risas.
05 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.John Newcombe, el responsable de la selección defensora del título, apeló al «extraordinario espíritu de lucha de mis jugadores, que el año pasado nos llevó a vencer a Francia en la final de Niza y sobre tierra batida». Newcombe sabe lo que les espera: un ambiente infernal. «Es lo normal en estos casos, pero ya estamos curados de espantos», precisó. El capitán de Australia dejó traslucir que no dudaría en afeitarse el bigote «si se produce, como espero, nuestro triunfo ante España». Respecto al sorteo, cree que sería bueno un primer partido entre Lleyton Hewitt y el rival español (todo indica que será Albert Costa, aunque hasta mañana no revelarán su nombre los capitanes españoles). Newcombe entiende que un empate (1-1) al término de la primera jornada «nos ayudará mucho en el camino por revalidar el título». La risa de Hewitt Lleyton Hewitt, se vio claramente en televisión, ofreció su mejor talante. Incluso se permitió el lujo de reir. Sin embargo, esquivó una polémica con Alex Corretja. «Estoy aquí -dijo- para hacer mi trabajo, que es representar a mi país y luchar por conseguir la Copa Davis». Negó haber leído nada sobre lo que Corretja manifestó en su día (el catalán lo acusó de mal educado, entre otras cosas) y expuso que no le parecía normal que la finalísima se vea como un enfrentamiento entre él y Corretja. Hewitt no concedió mayor importancia a su reciente derrota en Lisboa y negó que ese tropiezo pueda hacer mella en su estado de ánimo. Al contrario, cree que «el partido será muy distinto y por mi parte trataré de tomarme la revancha». La obsesión de Rafter Por su parte, Patrick Rafter, número 2 de Australia, declaró que «la Copa Davis se ha convertido en una obsesión para mí y no conseguirla significaría una de las grandes decepciones de mi carrera deportiva». Y volvió a recordar que «ganar la Copa Davis es un deseo que le pido a Dios». El zurdo Mark Woodforde, número 1 del mundo en dobles, cree que con Sandon Stolle «formaremos una buena pareja y confío en vencer a Corretja y Balcells, aunque desde luego no vamos a salir confiados». Por lo demás, los jugadores españoles se han conjurado para tranquilizarse ante el evento que les aguarda. Se trata de quedar al margen de toda la parafernalia.