La NBA reclama aire

JOSÉ MANUEL FERNÁNDEZ A CORUÑA

DEPORTES

BALONCESTO

11 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

A David Stern, alto comisionado de la NBA, se le hacen chiribitas los ojos cada vez que oye el nombre de Michael Jordan. Y es que desde la retirada del mejor jugador de baloncesto de la historia, en enero de 1999, la mejor competición de baloncesto del mundo no vende como antes. Buena parte de las canchas, abarrotadas en la década de los noventa, apenas superan la media entrada; incluso el United Center de Chicago, templo en el que Air Jordan impartió sus trece años en activo, rompió en noviembre del año pasado una racha de llenos que se había iniciado el 20 de noviembre de 1987: 610 partidos consecutivos con el cartel de no hay billetes. Hace un par de días, Abe Pollin, accionista mayoritario de los Washington Wizzards, insinuó en el Wasington Post que no descartaba la vuelta de Michael Jordan a las canchas de juego. ¿Deseo o realidad? No es la primera vez que se insinúa su regreso. Hace poco más de un mes, unos días después de que cumpliera 38 años, en las páginas de Sport Illustrated se aseguraba que Jordan y su amigo Charles Barkley -retirado la temporada pasada por una lesión- comenzarían la próxima temporada en la plantilla de los Wizzards. El ex-jugador de los Bulls y actual jefe de operaciones de baloncesto de Washington -una especie de Jorge Valdano- no lo descartó, pero insistió, igual que ayer, en que «existen un 99,9 por ciento de posibilidades de que no vuelva». Tampoco sería la primera vez que Jordan se echara atrás tras decidir su retirada. Basta recordar su paso por el béisbol en 1993. Ahora, pese al escepticismo general, nadie se atreve a descartar que el jugador que mayor dominio ha ejercido nunca sobre una pista de baloncesto decida dar marcha atrás. De hecho, acostumbra a entrenarse con los Wizzards y aseguran que, aunque un poco sobrado de peso, sigue saliéndose.