
El choque del Calderón fue vibrante en su segunda mitad
10 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Al Athletic de Bilbao se le escapó en el último instante una victoria que hubiera significado salir de la crisis y la tranquilidad. El Atlético de Madrid logró el merecido empate cuando el encuentro suspiraba. El resultado (3-3) seguro que no deja satisfecho a ninguno de los dos contendientes, en especial al equipo local, que hizo más méritos y creó más ocasiones para llevarse el triunfo. Los héroes de la noche fueron Urzaiz y José Mari, autores de los tres goles de cada equipo. Muchos tantos para poco juego. Queda en el debe de ambas defensas. El Athletic de Bilbao demostró durante el primer tiempo ser un equipo con una moral muy frágil. El Atlético de Madrid se aprovechó de la inseguridad que generan los nervios en los bilbaínos y que se pusieron de manifiesto en especial en la defensa, torpe para sacar el balón jugado y mal colocada en el marcaje. El primer gol de José Mari fue un despropósito de la línea de contención del equipo de Heynckes. Al jugador del Atlético le dejaron rematar solo en el primer palo al saque de un córner y Lafuente se quedó en terreno de nadie a media salida. La indecisión del portero vasco afectó a su defensa. Poco antes Lafuente había sacado de milagro con el pie un remate de Correa. En el inicio del segundo tiempo el partido sufrió un cambio espectacular. En seis minutos el Atlético dio vida al Athletic y éste dio la vuelta al marcador con dos goles oportunistas de Ismael Urzaiz. Con el marcador a favor el Athletic traspasó los nervios y las prisas al Atlético. El conjunto de Hyenckes asienta su juego, aparecen Tiko y Yeste para dar solidez al juego de su equipo. Pero los despistes defensivos del Athletic le siguieron pasando factura. Sobre todo a balón parado. José Mari se fue de nuevo de Murillo al saque de un córner y marcó el empate. De nuevo se descentró el equipo vasco, otra vez volvieron los agobios. Las ocasiones del Atlético fueron múltiples y claras. Pero el que marcó de nuevo fue Urzaiz culminado un perfecto contragolpe. Y José Mari, que no quería ser menos marcó también su tercer gol en el tiempo de prolongación.