Más reclutas para la «Armada»

La Voz

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A doce días del inicio del torneo parisino, el tenis español vive uno de sus mejores momentos con la aparición de nuevos valores y la recuperación de Mantilla.

14 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos veces semifinalista y subcampeón de la pasada temporada, si logra recuperarse de sus molestias en el brazo derecho estará en el selecto grupo de firmes candidatos al título. Su derrota del año anterior ante Albert Costa la tiene todavía entre ceja y ceja. Para el de Onteniente, triunfar en París será el no va más. Fue campeón en 1998, con aquella victoria en la final frente a Alex Corretja. En esta edición aparece con muchas opciones. No hay que olvidar que en lo que va de campaña ha conseguido adjudicarse los torneos de Buenos Aires (ante Coria) y Barcelona-Godó, frente al ruso Marat Safin. El ilerdense defenderá su título de campeón. No acusa su mejor forma, pero ya es sabido que cuando llega la cita de París suele sacar fuerzas de flaqueza. En el año 2002 causó extraordinaria impresión por el despliegue de tenis ofensivo que desarrolló desde los primeros compases de la competición. Dos veces finalista en París (en 1998 perdió con Moyá y en 2001 cayó ante Gustavo Kuerten), el barcelonés lleva una temporada muy irregular (ayer perdió con Malisse en Hamburgo), pero aún así es de los que espabilan por completo a la hora de encarar la prueba cumbre de Grand Slam sobre tierra batida. Con su reciente triunfo en Roma, ha saltado del 47 al puesto 20 del ranking mundial. Parece en estado de gracia. Su condición física es óptima, sobre todo cuando la resistencia es más necesaria que nunca en el momento de afrontar un torneo de dos semanas, como el de Roland Garros. Puede dar el bombazo. A sus 21 años, el de Hostalric (Gerona) es de los jóvenes que apuntan alto. Se presentará por tercera vez en París con la firme intención de mejorar sus registros precedentes. En 2001 compareció por primera vez y alcanzó la cuarta ronda y el año pasado tuvo que conformarse con caer en la tercera vuelta. Nacido en Benicarló (Castellón) en marzo de 1977, este rubio del pañuelo alrededor de la frente ha jugado cinco veces en Roland Garros. Su mejor singladura la consiguió en 2000 al comparecer en la cuarta ronda. Como otro miembro de la «Armada» es de los que dan guerra, incluso frente a los grandes. El zamorano se ha destapado en Viña del Mar (Chile) con la conquista de su primer título ATP. La tierra le va a su juego. Lo comprobó en sus propias carnes el chileno Marcelo Ríos en la final de aquel torneo. Su presencia en la ciudad de la luz estará marcada por el deseo de superar la segunda ronda del año pasado.